Sin embargo, no queda mucho para que los que piensan que el
circo que hay montado allí no les afecta, se den cuenta del error que comenten.
Resulta que el mundo entero no focaliza su atención en el país porque sí, que
va, parece mentira que no sepamos en qué mundo vivimos y que si las cámaras van
allí es porque hay dinero y mucho de por medio.
De lo que pocos medios hablan es de la tubería de Ucrania,
un enorme gasoducto que conduce el gas natural a Europa y que es responsable de
buena parte de la calefacción de la que disfrutamos.
Los rusos hablan de re-anexionarse Crimea, los
occidentales, de la libertad y de la democracias, sin embargo, para mi es la
misma historia de siempre, la que dice que el dinero mueve el mundo y que el
altruismo, al menos entre los que mandan, no existe.
Por eso, cuando el próximo mes descubráis que ha subido la
factura del gas, acordaos del circo ucraniano y de que nada es gratis y, la
libertad, mucho menos.