El Banco de Inglaterra publicó hace poco un gráfico que nos
da una idea de lo que puede pasar cuando se retiren los estímulos monetarios
por parte de los bancos centrales, es decir, qué sucederá cuando dejen de
imprimir dinero.
Según este gráfico, cuando la cantidad de dinero impresa se
estabilice (línea azul oscuro o “broad Money”) veremos cómo empiezan a bajar
los precios de los activos a los que se ha destinado ese dinero: bienes, acciones,
bonos, etc… porque a nosotros nos vendieron la moto de que era para ayudarnos,
pero todos sabemos que sólo ha servido para enriquecer a los más ricos, los que
compraron esos activos desde el principio y luego los vieron engordad con el
dinero impreso.
Otro efecto de la estabilización en la impresión de dinero
será la caída del PIB (línea amarilla), que está siendo engordado de forma ficticia,
OTRA VEZ. Para qué vamos a aprender algo de las crisis… La inflación también
aumentará, aunque luego tenderá a estabilizarse.
La conclusión es que los bancos centrales se han atrapado a sí
mismos en una espiral de “patadón palante”. Pienso que saben perfectamente que
la próxima tormenta llegará en cuanto dejen de imprimir y que será brutal.
Si algo nos ha demostrado esta crisis que el concepto de
riesgo moral no se aplica por igual a todo el mundo. Una de las teorías que
hablan acerca de cómo han de comportarse los bancos centrales afirman que estos
no han de ser excesivamente complacientes con los especuladores durante las
burbujas pues, si lo son, la siguiente crisis será peor pues los especuladores
se arriesgarán más al saberse cubiertos por los bancos centrales.
Las grandes entidades “too big to fail”, o demasiado grandes
para caer, saben que pueden hacer lo que quieran pues los políticos las
rescatarán a costa de lo que sea, incluso si eso supone extinguir a la clase
media. Por eso, esta crisis es mala, pero la peor puede ser horrible.
¿Cuándo podría ser la siguiente?
Tal vez cuando paren de imprimir dinero.
¿Existe solución?
Sí, pero no gustará a nadie, pues supone aceptar que el
mundo ha cambiado para siempre y que hay que concienciarse de que nada volverá
a ser igual, para bien o para mal.