miércoles, 30 de enero de 2013

Impuestos directos vs impuestos indirectos

Existen dos tipos básicos de impuestos, los directos y los indirectos. Entre los primeros, encontramos los impuestos al trabajo, a las ganancias de capital y los impuestos a las empresas. Entre los segundos, el más famoso es el IVA.

Los impuestos directos hacen que el estado te meta la mano en la nómina aún antes de que tu puedas hacerlo, hacen que si tu ganas un dinero en la bolsa o simplemente como intereses del banco, se lleven un 20% porque sí, eso sí, si se pierde dinero no pasa nada, no te lo van a dar. En el caso de las empresas, al menos el impuesto de sociedades se resta del beneficio y está lleno de exenciones fiscales.

El IVA que podemos decir, que hay varios niveles según el artículo sea de primera necesidad o no. Otro tema es que dicha clasificación sea más o menos fiable... recuerdo que los productos de higiene femenina (compresas, tampones, etc...) pagaban un 18% en sus buenos tiempos... vamos que las pobres chicas menstruaban por encima de sus posibilidades según el estado.

La verdad, no me parece justo que el estado se lleve nada de mi trabajo, tampoco que se lleven dinero cuando gano en la bolsa (porque no me pagan cuando pierdo), el riesgo es mio y, por tanto, la recompensa también debería serlo.

Otro tema es el consumo. Pienso que se deberían eliminar los impuestos directos y mantener los indirectos o los impuestos "por uso". Ya que no tenemos remedio y hemos de pagar impuestos para mantener al sistema público (otro tema es qué sistema público se debe mantener), al menos que nos dejen elegir.

El que quiera y pueda tener un Ferrari, perfecto, pero que pague un 50% de impuestos. El consumo autónomo, el que se ha de hacer para subsistir, debería ser gravar al mínimo y, el resto de productos, en función de la necesidad de su uso. Una televisión se gravaría con un nivel mayor que una caldera de agua caliente. Un jacuzzi tendría mayor gravamen que un juego de sartenes. Un Mercedes tendría mayor gravamen que un Ibiza, etc...

El tema es que esto no conviene, cuando estudié los sistemas fiscales modernos hay una idea que caló en mi mente y se grabó a fuego: los sistemas fiscales debía ser complejos para que la gente se enmarañara en ellos al intentar entenderlos y pagaran "porque sí", aún sin entenderlos.

Esto no es algo que yo diga, está en el libro de texto.

Y a vosotr@s qué os parece, ¿impuestos directos, indirectos o ambos?

martes, 29 de enero de 2013

Esas fechas tan entrañables

Como cada año, llegan las fechas de amor e ilusión que te dan ganas de gritar a todo el mundo a tu alrededor... sí, estoy de exámenes, así que os pido que tengáis un pelín de paciencia con las publicaciones.


viernes, 25 de enero de 2013

Soluciones para todos los gustos


Ayer, uno de vosotros me enviásteis un video en el que un economista hablaba sobre la posible salida del euro de España. Desde hace unos años, hay gente que plantea esa posibilidad para recuperar el control de la política monetaria y así realizar los ajustes pertienentes a nuestra economía.

No me tengo por un gran experto, ni de lejos, pero me da la sensación de que plantear la salida del euro de cualquier PIIGS que esté en él, es… como lo diría… una chorrada soberana. Sobre todo, en el caso de España.

Nuestro país importa petróleo y gas natural. De hecho, entre el 80% y 90% de nuestras importaciones se deben a estos conceptos. Imaginad que España abandonara el euro. En el preciso instante que se hiciera, el euro pasaría a una paridad, supongamos, de 166,386 pesetas. Pero diez segundos después, habría una devaluación brutal de la moneda.

Por obra de magia, de pronto, nuestras importaciones pasarían a costarnos el doble. Imaginad una gasolina a 500 pesetas el litro, en un país en el que los sueldos netos medios andan por las 150.000 pesetas (900 euros netos).

Imaginad que se duplica el precio de los carburantes en un país en el que más del 70% del transporte se hace por carretera. Imaginad un encarecimiento de la electricidad de un 20 o 30% de un mes para otro (por el encarecimiento del gas natural).

Por efecto de la electricidad y transporte, prácticamente todo lo que conocemos subiría de precio. Imaginad que tuviéramos una inflación del 20% en unos pocos meses.

Sin energía barata no hay desarrollo. Esa es una de las causas (entre otras ) de que USA sea una potencia y ese es uno de los motivos por los que Francia está enviando tropas a Mali. ¿Pensábais que era por altruismo? Pues debéis saber que allí están las minas de uranio barato que suministran a las centrales nucleares francesas… esas que están en los pirineos.

Desde mi punto de vista, la solución ha de venir de la mano de lo que los angloparlantes llaman un “inside out”, de dentro a fuera. Ajustando el sector público, se reducirá la carga sobre el sector privado (familias y empresas).

Con este descenso de presión, aumentará el ahorro, cosa que se utiliza para financiar inversiones. También aumentará el consumo, otra cosa es que empecemos a consumir de otra manera y con más responsabilidad.

Que se debe cambiar el modelo, es un hecho, que, a estas alturas de la civilización, no puede florecer ningún sistema económico sin energía barata, es otro.

Buen fin de semana y gracias por vuestras aportaciones

jueves, 24 de enero de 2013

Un cuento para no dormir


Villa Tiburcio era un pueblecito de gente tranquila, en el que los lugareños gustaban de hacer deporte cada día y corrían por las veredas que circunvalaban la población.

Un buen día, al alcalde se le ocurrió que podían hacer un polideportivo para que los ciudadanos pudieran seguir disfrutando de su footing cuando lloviera, además, de paso, daría trabajo a unos cuantos desempleados que había y, por ende, recaudarían algo más al trabajar estos desempleados.

Por si esto fuera poco, el ayuntamiento podría cobrar entrada al polideportivo y organizar competiciones deportivas que dieran fama a Villa Tiburcio. Todo ventajas.

Con estos planteamientos se comenzó la construcción.

Como había poca mano de obra para la construcción, los sueldo empezaron a aumentar rápidamente. El trabajar en la construcción de la infraestructura se hizo tan popular, que los zagales dejaron el instituto para irse a trabajar ahí.

Al calor del boom que supuso la faraónica obra, abrieron muchos otros negocios: peluquerías para las novias de los afortunados constructores (trabajar en el polideportivo era un privilegio), concesionarios para vender coches, etc…

La situación llegó a tal punto, que la falta de mano de obra, aún con las nuevas incorporaciones, hizo subir tanto los sueldos que el presupuesto municipal se desbocó. Como solución, el alcalde promocionó la obra en otros pueblos vecinos y decenas de nuevos trabajadores llegaron a Villa Tiburcio.

“Que bien, más gente a la que cobrar impuestos”, pensó el alcalde.

Los servicios de Villa Tiburcio se desbordaron y los precios de todo subieron por la demanda. Había más gente que compraba zapatos, ponía cortinas y alquilaba casas.

La cosa fue boyante hasta que un día, entre elogios y para bienes, el alcalde cortó la cinta inaugural. Todos se felicitaron.

Al día siguiente, los trabajadores de la construcción se dieron cuenta de que no tenían a donde ir a trabajar. Al mes siguiente, sus novias no podían ir a la peluquería. A los dos meses, algunos dejaron de pagar sus flamantes coches.

Algunos sobrevivieron haciendo arreglos esporádicos en las casas o malviviendo de la huerta de la familia. Unos pocos, los más cualificados, se marcharon del pueblo buscando un futuro mejor.


Así es como hoy, hemos alcanzado los 6.000.000 de parados. Gracias a la economía sumergida, aún (y digo aún) el país no ha ardido. Así es como llegaremos a superar los 7.000.000 de parados.

Pd: MJ no te diré que no lo he pensado/me lo han sugerido... pero es difícil encontrar editor para un libro (hace tiempo que lo busco para la novela que escribí) y además, entre mis múltiples ocupaciones apenas tengo tiempo libre ya... No obstante, gracias, es un honor que pienses eso.   :)

martes, 22 de enero de 2013

La recaudación fantasma


La Puebla del Marqués era un pueblo apacible. Los ciudadanos pagaban sus impuestos y tenían sus trabajos en pequeñas empresas locales. Un día el alcalde decidió que, para atraer riqueza, debía fomentar que se instalaran más empresas en la villa.

Con tal fin, el ilustre preboste ofreció exenciones fiscales de 20 años a las grandes empresas que se instalaran en la Puebla del Marqués. Atraída por la oferta, se instaló en la localidad la empresa de fabricación de gamusinos GamusaSA.

Cada uno de los 100 habitantes de la Puebla pagaban el 20% de sus salarios al año en impuestos. Cada una de las 10 pymes, pagaban un 35% de su beneficio. Obviamente, GamusaSA no pagaba nada.

El alcalde de la Puebla gustaba de coearse con grandes empresarios como el gerente de la gran empresa. En una de las comidas que habitualmente compartían, éste le sugirió al político que si tuvieran una estación de tren en el pueblo sus productos podrían venderse mejor, sus costes bajarían y podría ofrecer más trabajo. El pueblo crecería y, con él, la recaudación del ayuntamiento.

Ni corto ni perezoso, el alcalde decidió que construir la estación de tren daría lustre y renombre a la Puebla del Marqués, al fin y al cabo ellos no iban a ser menos que la Atalaya del Cardenal.

Para tal fin, el preboste aumentó los impuestos de sus conciudadanos para, con ellos, construir la infraestructura. Ahora, cada uno de los 100 habitantes de la Puebla pagaban el 30% de sus salarios al año en impuestos. Cada una de las 10 pymes, pagaban un 45% de su beneficio. Obviamente, GamusaSA seguía sin pagar nada.

Contento de su gestión, el alcalde decidió que lo había hecho tan bien que merecía un aumento de sueldo. Por supuesto, a costa de los contribuyentes que, a buen seguro, pagarían algo más para agradecer a su alcalde su buen hacer.

Los ciudadanos, hartos de pagar impuestos para una estación de tren que no podían usar (era de mercancías), impuestos que se usaban para pagar a quien no gobernaba para ellos, comenzaron a pasarse a la economía sumergida.

Cuando el alcalde, alarmado ante la caída de recaudación le comentó al gerente de GamusaSA la situación y le planteó la posibilidad de pagar impuestos, éste le amenazó con deslocalizar la planta.

Al alcalde no le quedó otra que seguir subiendo los impuestos a los únicos que no podían escaparse: ciudadanos con nómina y pymes. Este no es un cuento con final feliz, al final la economía del pueblo se fue al garete, GamusaSA a China y la Puebla del Marques es un pueblo fantasma que recuerda los delirios de grandeza de un político endiosado y nefasto.
           

Un proceso similar es el que vive nuestro país, por eso se explica que España recaude, comparativamente, menos impuestos que Grecia o Portugal.

lunes, 21 de enero de 2013

El ahorro como indicador económico


Hace unos días conocíamos el dato de que las familias han bajado su tasa de ahorro. Este dato que, de por sí, no debería extrañar a nadie dados los niveles de precios e impositivos a los que nos vemos sometidos, proporciona más lecturas al que sabe qué ha de buscar.

Aparte del encarecimiento de la vida, podemos deducir que las familias de están desapalancando, es decir, están reduciendo sus deudas lo antes posible. Con el crédito fácil, se ha producido un consumo adelantado y ahora toca pagarlo. Y no solo se satisfacen las cuotas que llegan, se intenta pagar más mientras se pueda para acabar lo antes posible con las deudas contraídas.

Otra de las lecturas del dato viene de la mano del desempleo. Aunque se podría pensar que el efecto de un alto nivel de desempleo, con la consiguiente reducción del consumo que se produce, sería un aumento del ahorro, también hay que tener en cuenta que existe un doble efecto contradictorio en esta magnitud.

Por un lado se ahorra más por lo que hemos comentado, pero por otro se ha de emplear parte de ese ahorro de emergencia en echar una mano a los familiares que han perdido el trabajo y cuya situación económica se ha degradado más. Esto es lo que se llama la rede cobertura familiar.

El gran problema surge cuanto esta red ha de proporcionarse durante mucho tiempo, cosa que erosiona la economía que proporciona la cobertura, por no hablar de las relaciones familiares.

Conclusión: el ahorro sube en primera instancia porque las familias son conscientes de que la lluvia arrecia y hay que ajustarse el cinturón, apretar los dientes y prepararse para el temporal. Conforme la situación se degrada, las reservas se reducen, por amortización de deudas y por ayudas familiares.

Pd: os recomiento fervientemente que busquéis y veáis la película “Concursante” de Leonardo Sbaraglia, Chete Lera, Miryam GallegoLeonardo y Miriam Gallego entre otros.

Os dejo un link estupendo de la película: www.youtube.com/watch?v=ezcWNpU1HGA

viernes, 18 de enero de 2013

Ciudadano rico, ciudadano pobre en la era neofeudal


Juan Todos es un trabajador a sueldo. Cobra poco más de mil euros netos al mes y tiene una modesta hipoteca.

Pepe Pocos es un ciudadano rico. Tiene un patrimonio superior a los 10 millones de euros entre pisos, fondos de inversión y efectivo. Trabaja de consejero en una gran empresa.

Cuando Juan Todos se pone enfermo, ha de ir a la seguridad social, pedir número con antelación y esperar lasgas colas para que el doctor le diagnostique en un tiempo no superior a 5 minutos. Pepe Pocos, nunca espera más de media hora en una clínica privada, si su enfermedad es grave y requiere un tratamiento especializado, es derivado a la sanidad pública con los mejores equipos. A la hora de ver a un especilista, la diferencia de tiempo es de meses entre uno y otro.

El hijo de Juan Todos, Juanito Unomás, va a un colegio público en la otra punta de la ciudad. Comparte aula con otros 35 chicos en una clase donde el nivel no es muy alto pues hay que adaptarse a los alumnos menos dotados, algunos ni hablan el idioma. El hijo de Pepe Pocos, Jose Poquísimos, va a un colegio privado de élite donde las clases son reducidas y se codea con los hijos de grandes empresarios y políticos que defienden la educación pública mientras le recortan la asignación.

A la hora de pagar impuestos, Juan Todos ve cómo antes de que él meta la mano en su bolsillo para sacar el dinero de la nómina, el estado ya le ha quitado su parte. Después paga IVA, etc… Si se equivoca en una coma con el IRPF, la administración será implacable con él. En el caso de Pepe Pocos, todos sus bienes están a nombre de una sociedad limitada. A final de año tributa en base a los beneficios, pero como tiene estupendos asesores, casi nunca tiene beneficios y, cuando los tiene, se los lleva en un maletín a Suiza en sus viajes de esqui. Si comete alguna irregularidad, siempre puede dar un telefonazo a un amigo para que Hacienda haga la vista gorda.

Con sus mínimos ahorros, Juan Todos abre una cuenta bancaria. Aunque le prestan el dinero al 10%, por guardarle sus ahorros le dan algo menos del 2% por orden de Banco de España. Aparte le cobran comisiones y tarjetas de crédito. Eso sí le han regalado un calendario para la nevera. Pepe Pocos, en cambio, a la hora de abrir un depósito pacta un interés cercano al 5%, es atendido por el director de la oficina y la secretaria de este le trae un capuccino de la cafetería de al lado.

Cuando llega la crisis, la pequeña empresa tipográfica en la que trabaja Juan Todos se ve obligada a cerrar. La administración le debe los carteles de los dos últimos años y la deuda es ya insoportable. El propietario de la empresa pasa noches en vela estudiando cómo pagarlo todo antes de cerrar. En la gran empresa de Pepe Pocos no paran de llegar subvenciones y exenciones fiscales, no en vano tiene en su consejo a varios expolíticos. Si ganan un 3% menos que el año anterior, le harán una ley a medida o una reforma laboral para que puedan despedir más barato.

Como llegaba tarde a una entrevista de trabajo, Juan Todos se pasó 10 kilómetros del límite de velocidad y le multaron. Pepe Pocos fue cazado en su Audi A8 a 240 kilómetros por una autovía para “ver cuanto corría”. Gracias a su estupendo abogado fue absuelto.

Esta, querid@s amig@s es la España Neofeudal, con una nobleza empresarial con el clero político a su servicio, todo mantenido por unos plebeyos que piensan que tienen el poder porque una vez cada cuatro años les dejan elegir de qué color quieren pintar las paredes de su vida… por desgracia, los plebeyos son daltónicos y, al final, acaban viéndolo todo igual.

Eso si, la Constitución dice que Juan Todos y Pepe Pocos son iguales.

miércoles, 16 de enero de 2013

España imparable


Como aquí siempre nos ha gustado ser más que el vecino, en temas fiscales no vamos a ser menos. Todos recordamos decenas de casos en los que se nos argumenta tal o cual subida de impuestos con comparaciones, cuando menos, odiosas.

Aún no se han borrado de mi memoria los anuncios que bajo el eslogan “Andalucía Imparable” describían mi comunidad como un sitio puntero, a la cabeza de no se sabe qué… bueno sí, de paro.

Ahora España entera ha ido más allá, resulta que el esfuerzo fiscal que soportamos los Españoles es el más alto de Europa. Este representaría un 40% de nuestras ganancias.

Pero ojo, que la cosa no queda aquí, porque al igual que estamos a la cabeza de esfuerzo fiscal, estamos a la cola en los salarios. Cerca de países tan potentes como Grecia, nuestro salario mínimo está entre los más bajos de Europa. Curiosamente, mientras el país heleno representa el 2% de la economía de la eurozona, nosotros podemos hinchar el pecho con nuestro glorioso 15%.

No sólo debemos estar orgullosos de esto, también acumulamos otras grandezas en nuestro haber: tenemos la electricidad más cara que Francia, la adsl más lenta y cara de Europa, etc…

Vamos, que cualquiera que conozca nuestras grandes cifras pensara que debemos ser riquísimos, en caso contrario, no se explicaría que un país en el que cada día constituye un lujo mayor el ser un mileurista, no se haya producido ya una revuelta.

Regocíjense queridos lector@s, pues lo que nos gusta a los españoles es quejarnos en los bares y con estos gobiernos, tenemos motivos de sobra para hacerlo y ser felices.

Una vez más, la máxima de “impuestos y precios europeos con salarios africanos” vuelve a cumplirse.

Enhorabuena, España es imparable.

martes, 15 de enero de 2013

La caida de Apple y la llegada de la sensatez


Como much@s sabréis, llevo años invirtiendo en bolsa. Uno de los valores que sigo últimamente es Apple, el gigante tecnológico por excelencia en el mundo (con el permiso de google).

Las acciones de esta compañía llegaron a alcanzar los 700 dólares por unidad, ahora, tras no haber vendido todos los Iphone 5 que se esperaban vender, las acciones han tocado los 500 dólares.

Análisis técnico aparte, no puedo evitar preguntarme con tono esperanzado si acaso ha llegado el momento en el que hemos empezado a aprender de nuestros errores o bien, simplemente es la crisis que no nos permite cometer la estupidez de pagar 600 euros por un teléfono cuyo coste de fabricación rondará los 5 dólares.

Recuerdo que, hace tiempo, alguien dijo que el gran mérito de Apple, y se refería a Steve Jobs, era el haber hecho de la tecnología algo “sexy”. Se crearon soluciones para necesidades aún inexistentes. Primero se inventaba y, luego, se creaba la necesidad.

Durante años, la publicidad y la obsolescencia programada nos han convertido en un rebaño de consumidores definido por el coche y el teléfono que se tenía. El éxito se medía por lo que se poseía medido en base a tu cuñado, primo o vecino.

Tal vez, en ese sentido, esta crisis tenga algo bueno. Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte y tal vez, sólo tal vez, aprendamos algo. Tal vez recuperemos unos valores que habíamos perdido y, ejerciendo un consumo responsable, podamos cambiar el mundo a mejor.

Cuando yo era pequeño, se suponía que, posesiones aparte, la máxima aspiración de una persona era ser un ser humano decente. Lo importante a la hora de elegir pareja no era su atractivo físico (por mucho que a los quince años no se vea otra cosa) sino que fuera buena persona.

Ahora que nos han deshumanizado, que sólo contamos como pagadores de impuestos y consumidores, ahora que nos han intentado meter en la cabeza el tanto tienes tanto vales, haya llegado el momento de luchar con sus armas.

Tal vez la caída de Apple signifique el principio del fin de las estupidez.

lunes, 14 de enero de 2013

Suicidio o asesinato


Una de las cosas que más me fascinan de la economía es lo complejo de sus flujos y, a la vez, lo fácil que es de entender, por mucho que muchos se empeñen en lo contrario usando ecuaciones complejas y tecnicismos.

Cuando hablo de flujos, me refiero a cómo tocando un parámetro en un punto (un impuesto, el coeficiente de caja de los bancos, etc…) se puede alterar todo el modelo y llevarlo por otro lado.

Os cuento esto porque en un periódico de fin de semana he leído que España es uno de los países en los que más ha caído la recaudación fiscal desde que comenzó la crisis, cosa curiosa si tenemos en cuenta que cada vez aumenta más la presión impositiva. De ahí, y del informe Paying Taxes 2013 de la consultora PWC y del Banco Mundial, me permito inferir lo que está pasando y lo que puede pasar.

Las dos principales fuentes de ingreso a la administración son los impuestos al trabajo y los impuestos al consumo. Tanto los primeros como los segundos dependen del nivel de empleo y del nivel salarial. Además, el consumo depende de las expectativas, es decir, de lo que se espera en el futuro. Uno no se compra un coche en base a lo que gana este mes sino a lo que espera ganar en los próximos años.

Puesto que han caído los niveles de empleo y los salarios, ha caído la recaudación fiscal de las rentas del trabajo y, por extensión, cae el consumo y el ingreso derivado del impuesto a dicho consumo: el IVA. Tampoco las expectativas invitan a consumir.

Las empresas pueden dividirse en dos grupos: las pymes y las grandes empresas. Según el informe Paying Taxes, de las grandes empresas se recauda más por cotizaciones sociales que por el impuesto de sociedades, ya que disponen de muchas triquiñuelas fiscales para pagar poco por este concepto. Es por esto que el gobierno no se puede permitir rebajar las cotizaciones sociales, algo que teóricamente, aumentaría los nives de empleo y, por tanto, de recaudación.

De las pymes que os voy a decir que no sepáis. Se enfrentan a un periodo muy duro. Con un consumo limitado por el entorno salarial a la baja y con expectativas malas, las familias tienden a mirar el precio ante todo, de forma que las grandes superficies salen ganadoras. De este modo, las pymes, las mayores creadoras de empleo del país, cierran, y aumentan el desempleo y empeoran las expectativas.

A todo esto, el gobierno puede actuar de dos formas: elevando la presión fiscal en un burdo intento de mantener su nivel de gasto o bien, bajando impuestos para estimular la economía: gasto e inversión.

Con la elevación de la presión fiscal, se retroalimenta un sistema de contención del gasto, aumento del desempleo (y con él de sus prestaciones correspondientes), bajada de salarios (por la abundante oferta laboral) y con este, salida del talento del país.

Ahora os pregunto: ¿quiénes son los grandes beneficiados por esta situación?

Al final, ¿la economía se ha suicidado o la hemos matado entre todos?

Pd: se que me dejo muchas cosas, pero esto es un post, no pretendo escribir un tratado

viernes, 11 de enero de 2013

Lo que se pierde por el camino


Uno de los estudios que más me ha impactado ha sido el que habla sobre la creación de un pozo de agua en Sudán. Este estudio se proponía dilucidar el coste de hacerlo de forma directa frente a hacerlo a través de ayudas de la ONU.

Como much@s de los más avispad@s ya os imaginaréis, el resultado fue brutal: frente a los menos de 10 dólares de coste por hacer el pozo de forma directa, se encontraban los más de 3.000 de hacerlo a través de la ONU.

Os cuento esto, porque cada vez tengo más la sensación de que los estados y el gran ente burocrático, tal y como están concebidos, deben reestructurarse de forma profunda.

Creo que hemos llegado a un punto en que familias, estados y sector privado están compitiendo por el mismo oxígeno y que el juego es ver quién se asfixia antes.

Por doquier aparecen noticias que hablan sobre las inyecciones de dinero de los estados y los bancos centrales para intentar levantar la economía, y yo, ignorante como soy, no puedo evitar preguntarme si no sería mejor que simplemente los estados se redujeran y simplificaran, cobraran menos impuestos y dejaran al sector privado (familias y empresas) hacer lo que les da la gana.

Japón inyectará 170.000 millones de euros para estimular su economía. Me pregunto cuánto dinero habrá salido de los bolsillos de los japonenes para que luego el estado reinvierta ese dinero. ¿Veis por donde voy?

Imaginad el coste de recaudación, cálculo de partidas, estudios, etc… que se habrá generado para luego devolver a la sociedad esos 170.000 millones. Y eso si se devuelve a la sociedad… que si estuviéramos en España, se habría dado a 4 amiguetes.

Imaginad ahora el coste de recaudar el dinero, enviarlo al BCE, para que éste los preste a los bancos, éstos saquen su tajada invirtiendo en deuda pública para que luego el estado se financie.

Imaginad que ese dinero nunca hubiera salido del bolsillo de las familias y de las pymes (porque las grandes empresas apenas pagan impuestos, según el informe Paying Taxes 2013 del Banco Mundial y la consultora PWC, las empresas grandes pagan más por las cotizaciones sociales que por los impuestos). Lo que se podría haber hecho con todo ese dinero que se va perdiendo por el camino…

Qué bonito es soñar, ¿verdad?

jueves, 10 de enero de 2013

El emperador está desnudo


El Wall Street Journal y el Der Spiegel publican sendos artículos en los que acusan al gobierno español de estar gastanto el dinero de las pensiones en deuda pública.

A la vista de estos artículos, no puedo evitar preguntarme si es el becario de los medios el que realiza la investigación. Que los políticos estaban haciendo eso era algo que ya se sabía y que, modestia aparte, ya se publicó aquí hace mucho mucho tiempo.

Actualmente la situación de la hucha de las pensiones es dramática. Con menos de dos trabajadores sustentando a un pensionista y con la hucha famosa contaminada por el virus del despilfarro, es cuestión de tiempo que el dinero se agote.

Es un secreto a voces que la Seguridad Social anda en números rojos y que, diga lo que diga la ingeniería contable, este organismo está abocado a la quiebra.

El ente público sangra dinero por todos los costados, la única solución posible a su enfermedad es un drástico aumento de los niveles de empleo. Sin embargo, en España se ha agotado la capacidad de crear empleo de forma masiva.

Con el boom de la construcción, España inició un camino que la llevó a morir de éxito. Había tanto trabajo, que no era rentable el estudio. Había tanto trabajo, que era rentable importar mano de obra de otros países. Había tanto trabajo que nada importaba a qué se destinaba el dinero que se ganaba.

Sin embargo, cuando eso acabó, el país se encontró con millones de parados patrios sin más cualificación que poner ladrillos, porque estudiar no era rentable. Además, la oferta laboral estaba disparada, donde antes competían dos, ahora compiten cinco en una subasta inversa de salarios.

Nuestro país ha sido siempre un lugar de apariencias. Todo el mundo quería tener un coche mejor que el del vecino, aunque no tuviera dinero para gasolina. Nadie pasa hambre sino que se ha gastado una millonada en una dieta carísima.

Aquí nunca ha importado que el emperador estuviera desnudo y semicongelado… hasta que se ha publicado en los medios internacionales.

miércoles, 9 de enero de 2013

Regresión a la media

Me gustaría presentaros un concepto que me tiene fascinado últimamente y que, a mi entender, podría explicar las burbujas, de todo tipo y sus consiguientes explosiones. Se trata de la regresión a la media.

Según la Wikipedia, la regresión estadística o regresión a la media es la tendencia de una medición extrema a presentarse más cercana a la media en una segunda medición. La regresión se utiliza para predecir una medida basándonos en el conocimiento de otra.

Aunque yo conocía esta, llamémosla teoría, pues tanto en telecomunicaciones como en económicas se estudia estadística, es en los últimos tiempos cuando está tomando forma para mí en toda su grandeza, de hecho, hasta la empleo para invertir en bolsa y, la verdad, no me está yendo mal.

Veréis, el tema es algo tan simple como que si calculamos la media en la evolución de los precios de algo, una burbuja se produce cuando los precios se alejan, durante cierto tiempo, de la media. Lógicamente habría que definir unos parámetros de alejamiento (tiempo, porcentaje, de modo exponencial o no, etc…). Esto lo podéis ver en el gráfico de evolución del Dow Jones que os adjunto.

Otro con más detalle en el que se puede intuir lo que digo.




Por las mismas, lo que ha pasado en el mercado español de la vivienda ha sido un alejamiento de la media. Dicha media evolucionaba de forma paralela a una evolución en los salarios y, cuando los precios se han alejado de su media de forma unilateral, se ha producido la burbuja.

¿Queréis saber cuándo acabará el crash inmobiliario? Sólo hay que esperar a que los precios se acerquen a su media histórica.

Las medias de precios evolucionarían en base a varios parámetros, pero, principalmente, dos: la inflación, que es la pérdida de poder adquisitivo del dinero que tenemos en el bolsillo, y los salarios o el bajo interés, ya que según las teorías monetaristas de formación de precios, cuanto más dinero hay en circulación, más suben los precios y ambas variables conducen a lo mismo.

En el caso de la burbuja del oro, si lo pensáis es lo mismo, el dinero vale menos y, el miedo actúa también como factor de encarecimiento.

Dadle una pensada a ver qué os parece… sé que el tema de hoy es tal vez demasiado teórico o analítico para lo que os tengo acostumbrad@s, pero me ha parecido algo tan interesante que merece la pena compartirlo y, de paso, abandonamos el pesimismo (o el optimismo bien informado) por un día

Tranquil@s, mañana este cenizo volverá a lo de siempre ;)

Pd: hoy os he esbozado el tema sobre el que me gustaría que versase mi tesis doctoral en económicas... sé que aún es algo lejano, pero me fascina el tema de las crisis, las burbujas y los crash y, para muestra, un blog.

martes, 8 de enero de 2013

La deuda que nos queda

Os deseo a tod@s un feliz año nuevo porque eso de próspero, que se decía cuando yo era pequeño, va a ser que no va a suceder.

Aunque durante estas navidades he intentado aislarme todo lo posible y desintoxicarme de la economía, al final, la cabra tira al monte y tras cuatro días de turismo en el país de Shakespeare, he acabado inyectándome la información financiera en vena. Y... como no, me he acabado cabreando.

Una de las noticias que más me impactó fue la que hablaba de las declaraciones de uno de los prebostes del FMI que decía que habían subestimado el efecto de austeridad en el crecimiento. No pude evitar imaginarme a uno de estos "super-expertos" posando ante las cámaras y entonando un "lo siento, no volverá a suceder" con un tono de patio de colegio y las orejas rojas por los tirones.

Por supuesto, la gente que hizo estas funestas recomendaciones no sólo no será despedida sino que, con toda seguridad, este año tendrá un aumento de sueldo que gracias a sus erróneas recomendaciones, que podrían haber sido corregidas por cualquier ama de casa o niño de parvulario (expertos en economía donde los haya), no disfratará una gran parte de la población de muchos países. ¡Si hasta yo me di cuenta!

En fin, como os decía, esta noticia me calentó bastante la sangre, sin embargo, la prensa económica tiene la solución para todo y, otra de las noticias, me congeló las venas.

Este año nuestra maravillosa piara política solicitará financiación vía deuda pública por un monto de unos 230.000 millones (aunque apuesto, a 8 de enero, que será más). De esta limosna de nada, unos 160.000 milloncejos irán a refinanciar deuda... ya sabéis, eso que las amas de casa (que dios las bendiga) saben que es un suicidio: pagar préstamos con préstamos. Otros 23.000 millones, al fondo de salvamento autonómico... ya veremos lo que tardamos en ver un fondo de salvamento para fondos de salvamento autonómico, y, el resto, para chuches de los políticos.

No hace falta que os diga, que el destino de toda esta deuda es la banca, no en vano el 90% de la emitida hasta ahora está en sus manos. Porque, además, el negocio es estupendo. El BCE le presta dinero, nuestro dinero, a la banca al 1%, ésta compra deuda a los países al 5% y se quedan la diferencia... un negocio genial que seguro que piensan que se mantendrá cuando la población viva del aire (ha bajado el consumo de comida en cantidad y calidad).

Y lo mejor de todo, es la pregunta que ninguno queremos hacernos ¿cómo se pagará esa deuda, aumentando ingresos o reduciendo gasto?

¿Nos pedirán perdón diciendo que subestimaron el efecto de matar a impuestos a un país para pagar vicios de la recua política?

¿Se puede ordeñar a una vaca muerta?




Twitter Bird Gadget