El otro día alguien me preguntaba el motivo por el que en un escenario de caída continuada del consumo, se están produciendo constantes subidas de precios.
Ciertamente, no deja de ser curioso el incremento de precios en diversas mercancías y servicos en un momento en que las familias cada vez gastan menos, más que nada, porque no tienen otra alternativa.
La solución al enigma de los precios, desde mi punto de vista, es la misma que el motivo por el que las familias gastan menos: la subida de costes.
A las familias les suben los impuestos, los alimentos, la electricidad el transporte, etc… y, sin embargo, algún iluminado espera que se endeuden para seguir consumiendo a ritmos pretéritos. De locos!
Por el mismo motivo, los precios suben. Al carnicero le han subido la electricidad que usa para almacenar sus productos en cámaras frigoríficas, al pescadero la gasolina que se usa para traerle el pescado del puerto.
La energía (combustible, electrica, etc…) produce un fuerte efecto de arrastre en los precios. El agricultor ha de repercutir la subida del gasoil a su comprador. El comprador, una distribuidora de verduras, ha de repercutir a su vez la subida del gasoil del agricultor, la subida de su propio gasoil y la subida de la electricidad que sufre al guardar los alimentos en cámaras.
Al final, la gran superficie debe cargar el precio con toooodo esto, más sus propios costes. Y si no fuera porque a los agricultores se les paga una miseria por sus productos, ya habría mucha gente que no podría consumir según que alimentos.
Pensadlo… zapateros, tenderos, conductores, familias, las subidas son para todos, pero estos últimos no pueden repercutirlo sino que han de tragárselo.
Asfixia financiera que se llama. Hoy día, el que gasta más de la cuenta o es un político o un millonario o un iluso.