jueves, 22 de mayo de 2014

Una reforma fiscal para que todo quede igual



El sistema fiscal español es tan complejo como injusto. Ahora el ministro Montoro nos habla de la próxima reforma fiscal como si se tratara del bálsamo de Fierabrás, que todo lo cura, nos dice que bajará los impuestos (por enésima vez), que reducirá los tramos fiscales y que el viviremos en el país de la piruleta.

Acostumbrado a vivir en un país en el que se han comunicado “n” bajadas impositivas y, sin embargo, somos los que hemos sufrido mayor presión fiscal de la OCDE (que se dice pronto) durante los últimos años, no dejo de pensar que esta reforma fiscal sólo servirá para que paguemos más los de siempre y es que cuando vives en un país en el que el 39% de la población sostiene al otro 61 y en el que cuando se gasta más de lo que se ingresa es siempre un problema de ingreso y no de gasto, es difícil creerse que las cosas vayan a ir a mejor.

Cuando el ministro dice que reducirán los tramos fiscales del IRPF, uno piensa que unificarán los tramos que más le convienen, de forma que una tímida subida de sueldo nominal no redunde en un menor salario real, el ser humano es así, siempre dispuesto a hacerse trampas al solitario. Sin embargo, para mi esto significa que, o bien unificarán tramos por arriba para que el que gana más pague menos, o bien unificarán tramos por debajo de modo que el que paga menos, pague algo más.

Es en momentos como este cuando recuerdo una película de mi infancia, una de aquellas de Pajares, Esteso y el gran Ozores en el que alguien decía “nuestro sistema fiscal es igualitario, el que tiene más paga más”, a lo que otro le preguntaba “¿y el que tiene menos?”, entonces su interlocutor, tras pensarlo un rato, volvía a decir “ese también paga más”.

En fin, esto es España, que nadie sueñe con pagar menos mientras los discípulos de Vlad Tepes, envueltos en túnicas rojas o azules, sigan en el poder. Y ahora, votad, corred a votar en las europeas, no sin plantearos porqué los políticos tienen tanto miedo a la abstención…

Pd: perdón por la tardanza, estoy de exámenes

jueves, 8 de mayo de 2014

Empleo, el Santo Grial de la economía

Recuerdo que cuando yo era pequeño, no lograba entender cómo la Alemania del este, se podría llamar “República Democrática” si según mi padre, vivían absolutamente controlados y dirigidos por el gobierno. Sin embargo, la verdadera Alemania libre, era la “República Federal”.

Con el tiempo aprendí que cuando el nombre de un país comienza como “República Democrática de…”, “Estado Libre…”, “República Popular…”, etc… es porque el nombre representa una gran mentira, porque los países que son algo, no necesitan llevarlo en el nombre.
Os preguntaréis a qué viene esta introducción histórica, pues viene al hilo del último informe económico de Bruselas que afirma que si España baja las cotizaciones sociales, debe aumentar los impuestos ambientales, al consumo, etc… “por el bien del empleo”.

Del mismo modo que en el pasado se cometieron atrocidades en nombre de la libertad y la democracia, ahora se venden historias imposibles en pos de un pleno empleo que nunca acaba de llegar, cosa que tampoco importan porque vivimos en el país de la autoridad sin responsabilidad.
Os podría decir que bajar las cotizaciones sociales sí que afectará positivamente al empleo, pero subir la fiscalidad del consumo sin tocar la fiscalidad directa, compensará esa influencia positiva y hará que nos quedemos igual. O no.

Corrijo, igual no, peor, porque el impuesto al consumo es de lo más injusto pues grava del mismo modo al que sólo compra una barra al día para comer y sólo come eso, que al que utiliza el pan para echárselo a sus peces tropicales de miles de euros.
Al final, la conclusión es que los políticos siempre encuentran un becerro de oro para deslumbrar a las masas y hacer que pierdan de vista sus problemas y, por ende, a los responsables de estos y, sin conocer el problema, no es posible buscar la solución.
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