lunes, 4 de noviembre de 2013

Crónica de una tormenta futura



El Banco de Inglaterra publicó hace poco un gráfico que nos da una idea de lo que puede pasar cuando se retiren los estímulos monetarios por parte de los bancos centrales, es decir, qué sucederá cuando dejen de imprimir dinero.
Según este gráfico, cuando la cantidad de dinero impresa se estabilice (línea azul oscuro o “broad Money”) veremos cómo empiezan a bajar los precios de los activos a los que se ha destinado ese dinero: bienes, acciones, bonos, etc… porque a nosotros nos vendieron la moto de que era para ayudarnos, pero todos sabemos que sólo ha servido para enriquecer a los más ricos, los que compraron esos activos desde el principio y luego los vieron engordad con el dinero impreso.

Otro efecto de la estabilización en la impresión de dinero será la caída del PIB (línea amarilla), que está siendo engordado de forma ficticia, OTRA VEZ. Para qué vamos a aprender algo de las crisis… La inflación también aumentará, aunque luego tenderá a estabilizarse.

La conclusión es que los bancos centrales se han atrapado a sí mismos en una espiral de “patadón palante”. Pienso que saben perfectamente que la próxima tormenta llegará en cuanto dejen de imprimir y que será brutal.

Si algo nos ha demostrado esta crisis que el concepto de riesgo moral no se aplica por igual a todo el mundo. Una de las teorías que hablan acerca de cómo han de comportarse los bancos centrales afirman que estos no han de ser excesivamente complacientes con los especuladores durante las burbujas pues, si lo son, la siguiente crisis será peor pues los especuladores se arriesgarán más al saberse cubiertos por los bancos centrales.

Las grandes entidades “too big to fail”, o demasiado grandes para caer, saben que pueden hacer lo que quieran pues los políticos las rescatarán a costa de lo que sea, incluso si eso supone extinguir a la clase media. Por eso, esta crisis es mala, pero la peor puede ser horrible.

¿Cuándo podría ser la siguiente?

Tal vez cuando paren de imprimir dinero.

¿Existe solución?

Sí, pero no gustará a nadie, pues supone aceptar que el mundo ha cambiado para siempre y que hay que concienciarse de que nada volverá a ser igual, para bien o para mal.

5 comentarios:

  1. La única solución pasa por la extinción de la especulación. Lo malo es que la humanidad quedará diezmada antes de convencerse de eso, y los poquitos que queden, que serán los actuales engrasadores de la máquina de especular y los esclavos que necesiten, conectarán de nuevo la maquinaria, y tendrán espacio para recorrer durante veinte generaciones más antes del siguiente colapso, tras el cual, otra vez vuelta la burra al trigo.

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  2. Los Bancos Centrales han sobrepasado su papel incial. Las fluctuaciones del tipo de interés oficial de los Bancos Centrales podían actuar sobre la oferta monetaria para realizar pequeños ajustes en la economía. Pero desde el momento en que los tipos de interés de tiran abajo durante años, como sucedió en Japón, y después en Occidente, se distorsiona todo.

    Los bajos tipos de interés hacen que se deprecie el valor del dinero, que se realicen inversiones inadecuadas o poco productivas. Y llega un momento en que los Bancos Centrales se quedan sin herramienta de actuación.

    Con un tipo de interés del 3%, por ejemplo, si un Banco Central sube al 3.5 o baja al 2.5, produce una influencia en la economía.

    Con un tipo del 0.5%, el Banco Central ya puede hacer poco. Puede bajarlo al 0.25 o al cero patatero, pero ya tiene poco recorrido. Y subirlo, una vez generado el vicio, como apuntas en el artículo, puede provocar desastres.

    Los Bancos Centrales deberían ser independientes del poder político, pero no lo son. Los políticos (los necios, que son los que más abundan), gustan del dinero barato y a ser posible inflacionario. Ello les permite emitir deuda y más deuda y gastar en políticas compravotos. No hace falta mucha ciencia para gobernar como hizo Obama, emitiendo un billón de dólares anuales en deuda.

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  3. El poder político no existe, por lo que no es posible ser o no ser dependiente de él.

    Si hubiera un político no necio, no sería político.

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  4. Los politicos siempre entraran el la espiral de la demagogia y el pueblo infantilizado votar al mas iresponsable, ofrecerte pan comprado con deuda en tu nombre es un engaño, practicamente no ofrece nada, a cambio del voto.

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  5. A ver si alguien me lo aclara un poco, porque más o menos he cogido el concepto, pero no se bien que sucederá, ¿otra crisis?¿más caras las cosas?¿dificultades? ¿menos trabajo (aún)?no me llega la cabeza a interpretarlo del todo bien. gracias por responder.

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