Como ya sabréis, cada día voy andando al trabajo, soy uno de los inmensamente afortunados que puede permitirselo. En mi itinerario esta la oficina de empleo de San Sebastián de los Reyes, de modo que viendo las colas que se forman puedo inferir cómo irá la cifra de desempleo.
Como es lógico, se que no se puede afirmar que el paro subirá más si yo veo dos personas más en la cola que de costumbre, pero sí que, más o menos, según vea más o menos gente, puedo saber si el mes va mejor o peor. Pensad que veo esa cola los 20 días laborables del mes…
Pues bien, dicho esto os diré que estoy hasta preocupado. El mes pasado se notaba más gente que de costumbre, pero es que hoy, por primera vez en los 3 años que llevo andando a trabajar, me ha costado pasar entre la masa de gente que hacía cola en la puerta. Podéis pensar que es un ere de una gran empresa o algo así, sin embargo, la sensación que a mi me transmitían era que se trataba de gente que no se conocía entre sí, de distinta procedencia.
Esta es una de las patas del triunvirato del fracaso español: el desempleo. Junto con la corrupción y el despilfarro público. Cada vez que un trabajador va al paro, se convierte en un desempleado, pasa de aportar dinero al sistema a drenarlo de él. Como en las películas de zombies, el que muere pasa automáticamente de ser aliado a enemigo.
Para que os hagáis una idea, normalmente cuando llega noviembre se ha consumido el 75% del dinero que hay para pagar subsidios por desempleo. Noviembre y diciembre, los dos peores meses para el empleo, consumen el 25% restante. Este año, la cifra mágica es del 83’4% y, además, estas navidades la campaña consumista va a ser mucho más débil.
Recordad que se ha eliminado la paga extra de los trabajadores públicos, cosa que redundará en el consumo y, por extensión, en el desempleo.
El empleo masivo es la solución a casi todo, estupidez de la recua política excluida, llena las arcas, favorece la inversión y permite reducir la carga impositiva.
Si el gobierno necesita 1.000 puede recaudar 1 de 1000 personas o 1000 monedas de una sóla porque el resto no trabaja. Obviamente, esta una consumirá menos y, por tanto, no habrá demanda de productos para que cree empleo para las otras 999. Ojo que no entro en la utilidad o no de los productos demandados.
Es decir, mientras las políticas que se hagan vayan encaminadas a exprimir al contribuyente para rescatar entidades, mantener lujos de la administración y otras necedades varias, el país no levantará cabeza.
Así de simple y así de dramático.