miércoles, 26 de junio de 2013

Cuando el coche pierde aceite



Siempre me ha parecido que el comercio ha jugado un papel muy importante a la hora de ayudar a moverse, como poco, la economía.

Ya en la época feudal, fue el comercio lo que rompió un sistema económico basado en los señoríos y los siervos. Incluso en el mundo actual, es el comercio uno de los factores, si bien no el único, claves en el desarrollo de los pueblos.

Sin embargo, el comercio también tiene un lado oscuro cuando se combina con el crédito fácil. Al fin  y al cabo, consumir a crédito es adelantar un consumo futuro que, de no ser por este dinero, no podría producirse hasta haber ahorrado la cantidad necesaria.

Además, este consumo a crédito hace que no tengamos tiempo de reflexionar si de verdad necesitamos algo. Recuerdo cuando, de pequeño, tenía que ahorrar la paga para conseguir cierto juguete y, cuando por fin reunía la cantidad, el juguete en cuestión ya no me parecía tan maravilloso.

La cosa cambiaba si me compraban el juguete en el momento, lo que sucedía poquísimas veces, a condición de descontarme su importe de la paga, en ese caso, con el raciocinio obnubilado por el “clic caballero negro”, aceptaba. Para cuando terminaba de pagarlo, ya me había aburrido.

Ahora, ha paso lo mismo. Hemos adelantado tanto consumo absurdo que no tenemos para el imprescindible, además de que cada vez tenemos menos dinero, merced a los impuestos o al coste de la vida. El comercio ya no lubrica la economía y las chispas que saltan en la maquinaria adquieren forma de desempleados…

Y lo peor, no tiene visos de cambiar la cosa... es lo que tienen las deudas, que hay que pagarlas... y si encima no las has contraido tu (que también se juntan a las tuyas), sino tu des-gobierno, todavía peor...

8 comentarios:

  1. Cada uno es responsable de sus actos. Ha habido gente que se ha endeudado muy por encima de sus posibilidades. Y lo han pagado o lo están/estamos pagando CON INTERESES.
    El quid de la cuestión está en aquellos que nos endeudan ilegítimamente, que nos han cargado a nuestras espaldas como avalistas el colapso del sistema financiero y aún por encima nos han impuesto en la Constitución que hemos de pagarlas.

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  2. Bueno, eso de “y si encima no las has contraído tú”, habría que matizarlo. La primera vez que votas, eres tú el engañado. Pero a partir de ahí, ya me contarás quién da permiso a los des-gobiernos -municipales, autonómicos, patrios y comunitarios- para que se endeuden por ti.Y de paso, también por los que no votamos.

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    1. O sea que, según tú estamos a merced de ellos hagamos lo que hagamos. Ergo, no hay que hacer nada. Ergo, nos comemos el marrón. Como las clases dirigentes del país ven que la gente no hace nada, aprietan más el dogal. Total no van a hacer nada. Un círculo infinito que lleva de vuelta a la Edad Media de señores y siervos de la gleba.
      La manera de romper el círculo es HACER ALGO. Cada uno en su pequeña esfera, SIEMPRE SE PUEDE HACER ALGO. Ensayo y error. ¿Un partido te falla? Vota al segundo. ¿El segundo falla? Vota al tercero... y si todos fallan, será que el propio sistema NO sirve.

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    2. ¿Quién ha dicho que no haya que hacer nada? Cada uno tiene que hacer su parte, y yo hago la mía, que es mantener la coherencia por encima de todo, y dado que efectivamente, este es un sistema que no sirve, lo mínimo que se puede hacer es no seguir validándolo. Por ahí pasa todo lo demás. Sobran los políticos, ¿o es que todavía no ha quedado claro? Pues mientras sigáis yendo a las urnas, no es posible quitarlos del medio. Y no se trata de señores ni siervos, sino de gestores-administradores y pagadores y administrados. Yo colaboro con el sistema lo mínimo imprescindible para subsistir físicamente, y porque no tengo más remedio que comer. Y mi paso por esa colaboración va dejando un sinfín de quejas y reclamaciones de todo lo que es una estafa o una tomadura de pelo, o sea, casi todo. Aunque sea consciente de la indefensión a la que estamos sometidos, creada y mantenida por esos a los que se vota año tras año.

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    3. Totalmente de acuerdo con lo vertido en el comentario.
      Hay que mencionar tambien en cuanto a consumo que esta la obsolecencia programada o planificada y la obsolecencia psicologica (que es cuando una empresa con su publicidad nos trata de vender algo "realmente mejor" .
      A las urnas hay que ir ya que asi se demuestra que se tiene voluntad de cambiar, pero el dilema es: a quien votar ?? votar en blanco ??
      Efectivamente, tambien estoy de acuerdo que algo hay que hacer. En mi ambito personal trato de mostrar a los jovenes que hay que tener criterio propio, que hay que pensar !!! que hay que informarse (no ser parte de un rebaño), que hay que tomar conciencia adonde los gobernantes quieren llegar (eso siempre se ve cuando se tiene amplitud de miras y se esta informado).
      Hay temas (para el presente y futuro) que no se debaten y creo que todos (y en especial los jovenes) deberian de conocer: ecologia, globalizacion, justicia, mercados, y otros.
      Lamentablemente los gobernantes estan dominados por acuerdos que tienen antes de ser elegidos, por los prestamos que solicitan, etc etc.
      Cambiar la ley electoral creo que es importantisimo para que haya mas "democracia" como tambien votar en forma alternada para presidente y para los diputados en forma alternada (asi cada dos años tendriamos elecciones y los mandatarios sabrian que a los dos años quizas no tengan el pleno de la camara)

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    4. Es una opción. Insumisión frente al poder. Directamente os habeis ido al final del razonamiento, que el sistema está corrompido y hay que cambiarlo en su totalidad. Yo soy más de la opción de cambiarlo utilizando todos los medios posibles incluído el que el propio sistema da, aunque sea defectuosos, que es el voto para, al menos deshacer las mayorías absolutas arrolladoras que han sido un cáncer de este país.

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  3. En general sólo habría que endeudarse para inversión no para consumo, salvo pequeñas deudas para pequeños caprichos. El problema es que aunque tú no te endeudes, los políticos te endeudan. El poder político para emitir deuda debía estar limitado constitucionalmente y sobre todo emisión de deuda para gastos corrientes, no de inversión.

    Como los mandatos democráticos son cuatro años, el que está hoy no tiene empacho en endeudarse y dejar el muerto al siguiente. Y como el siguiente se encuentra con unos hábitos de gasto incrustados y unos intereses de deuda que pagar, no le queda otra que seguir el camino del empufamiento. Hasta que dejan de prestarte.

    Una vez que a un país o a una empresa o a una persona se la empieza a ver como un insolvente moroso, está perdido. Lo malo suele ser también para los que prestaron, ahorradores que pierden parte del dinero prestado cuando no todo.

    Creo que el dinero virtual con el que nos movemos, apuntes informáticos en cuentas sin tocar billetes es uno de los causantes del desorden actual como el sobre endeudamiento en la zona euro. Sin tocar billetes se pierde el sentido del valor del dinero. Y se agrava al trabajar en una moneda fuerte como el euro.

    Antes una empresa que debía cincuenta mil millones de pesetas notaba temblores en las piernas. Ahora Telefónica, por ejemplo, debe cincuenta mil millones de euros, o sea, 166 veces más, y ahí está, como que no pasa nada. Cuando son más de ocho billones de pesetas. Alucinante. ¿Cómo se pueden llegar a acumular esas deudas sin que ningún regulador intervenga?. ¿Para que sirve la CNMV y el Banco de España?.


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  4. Y tambien cuenta que estamos cansados de juguetitos, tanto cachibache electronico, coches, viajes, ropas...etc. Nos hemos saturado de comprar cosas que despues nos han decepcionado.

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