El euro surgió como un mecanismo para agrupar a los países y facilitar los negocios entre ellos. Una vez que se habían eliminado las fronteras al movimiento de mercancías y personas, el tener una moneda común parecía un paso siguiente lógico.
El problema de tener divisas diferentes es la inestabilidad que eso añade a los negocios.
Si yo, Alemania (exportador nato por excelencia), pacto la venta de 100 coches a España por 100 millones de pesetas (sí, son baratos) y tengo un tipo de cambio marco/peseta de 1 a 10, al final de la operación tendré 10 millones de marcos.
¿Pero que pasa si el tipo de cambio varía?
Resulta que entre que se firma el papeleo y se produce la entrega, el gobierno español reconoce que tiene problemas fiscales y, debido a esto, la peseta baja respecto al marco, de modo que el tipo de cambio queda en 1 marco a 11,11 pesetas. En este caso, al finalizar la operación, la fábrica alemana habrá cobrado 100.000.000/11,11 = 9 millones de marcos (aproximadamente).
Para evitar este tipo de cosas, primero se estableció un cambio más o menos fijo entre monedas y, luego, una moneda común.
Durante los tiempos de bonanza, esto está muy bien, pero cuando hay problemas, se quita al gobierno del país de turno la posibilidad de devaluar la moneda. Cuando esto se hace, las importaciones son más caras pero las exportaciones se abaratan y, de golpe, el país se vuelve más competitivo. El euro funciona muy bien por las buenas, pero puede ser una idea arriesgada por las malas.
El problema del euro, al final, es que aglutina a economías muy dispares. ¿Qué tiene que ver la economía griega con la alemana o la belga? Sin embargo, todas tienen la misma moneda.
Para que una moneda común funcione, las economías en las que se implanta deben ser muy similares.
¿Y si no lo son?
En ese caso, se pueden enviar fondos de las economías ricas a las pobres para homogeneizar los entornos económicos. El problema surge cuando, en lugar de hacer esto, el dinero va a parar a algunos bolsillos concretos.
Tras años enviando dinero, nuestra economía (y el resto) siguen siendo muy diferentes una de otras. El euro puede intentar estirarse, pero como todo lo que se estira por encima de su capacidad, puede romperse.
Al fin y al cabo, pocas cosas son elásticas hasta el infinito y, las monedas, no son una excepción.
Un lugar de encuentro para l@s que intentamos ver más allá de lo que se nos muestra... un foro de entendimiento e intercambio de información sobre la realidad económica de nuestro país y el mundo.
martes, 16 de octubre de 2012
lunes, 15 de octubre de 2012
Realidad o comedia
Últimamente se habla mucho del independentismo catalán, de referendums soberanistas y separatismos varios. Desde diversos medios informativos se muestran manifestaciones y declaraciones apoyando la escisión de Cataluña en un estado independendiente, sin embargo, ¿todo eso es real?
No dudo que haya un porcentaje de gente que de verdad quiera ser independiente, ¿pero tanta? Cuando hablo con amigos catalanes me dicen que los nacionalistas son una minoría, aunque muy ruidosos. Pero, ¿de verdad le interesaría a Cataluña ser una nación independiente?
Según tengo entendido (que alguien me corrija si me equivoco), el grueso de la facturación de las empresas catalanas proviene de España. Si España y Cataluña se separaran, bien se podría producir un cierre de fronteras que aislara a la segunda del resto de Europa… por supuesto, esto es una mera especulación.
Por otro lado, en un mundo en el que se tiende a unificar territorios, no tengo claro el resultado de andar escindiendo. Al vez sea muy bueno o muy malo, no lo sé.
Pensando en los pros y los contras, cada vez me da más la sensación de que todo es un montaje. En un país que considera a la clase política el tercer problema, en importancia, para los ciudadanos, parece imperioso la necesidad de distraer la atención hacia otros frentes, sobre todo si, como en el caso de la independencia catalana, se produce la polarización de la sociedad en uno u otro bando.
Ahora, especulo con malicia y me invento, repito INVENTO, esta conversación entre Rajoy y Mas.
- Mariano, necesitamos dinero. Ya hemos cerrado hospitales y escuelas, y aún así, no podemos mantener los ocho canales autonómicos, las licencias de Champion League y los derechos de al Formula 1… por no hablar de las embajadas autonómicas.
- Entiendo el problema Arthur y puedo ayudarte a solucionarlo. Yo te daré dinero, pero a cambio, necesito que montes follón. Que la gente deje de hablar en los bares de lo nefastos que somos los políticos y que se entretengan criticandoos a vosotros, los catalanes.
- ¿Y no será perjudicial polizar así a la sociedad?
- No hombre, la gente se acaba olvidando de todo… si nos votan una y otra vez aún llevando imputados por corrupción en las listas…
Al final, mi conclusión es: si unos gestores derrochan un dinero que no tienen, ¿por qué si tuvieran más no iban a derrocharlo? Todos conocemos el “si ganara xxx euros más al més ahorraría” y todos sabemos lo que pasa cuando los ganamos.
Cuanto más se tiene, salvo honrosas excepciones, algo más se gasta.
Lo dicho, no tengo claro si los anelos independentistas catalanes son una comedia o una realidad.
Pd: antes de que me tachéis de anticatalanista, a mi me da igual, si se quieren independizar, que lo hagan. Mi máxima es vive y deja vivir...
jueves, 11 de octubre de 2012
¿Donde está el dinero?
Dicen que las crisis son las épocas en las que se producen las mayores transferencias de dinero de unos grupos a otros. Con respecto a esa afirmación, me gustaría matizar algo: las crisis son las épocas en las que culminan las transferencias de dinero de unos grupos sociales a otros. Veamos el proceso utilizando a España a modo de conejillo de Indias o, como dicen los ingleses, “Guinnea Pig”.
Durante los años del boom el dinero fluía como el agua de los ríos. La mayor parte de esta agua seguía el curso del río hasta la desembocadura. Ocasionalmente, en algunos puntos, formaba remolinos y pequeñas lagunas, pero eso eran comportamientos aislados.
Este ejemplo viene a decir que el dinero fluía de abajo a arriba. De los compradores de viviendas a los grandes constructores. Ocasionalmente, algún pasa-pisero se enriquecía, pero eso era algo temporal. Con el resto de los bienes pasaba lo mismo, el dinero de los Ipad’s o los Bmw’s fluía de los pequeños compradores que querían un coche mejor que el de su cuñado (porque a ellos les gustaba conducir y además se lo merecían) a los propietarios y accionistas alemanes.
Durante algún tiempo, este flujo de dinero fue sostenido por un crédito fácil que no habría que empezar a pagar hasta dentro de varios meses y, por tanto, no era importante cuestionarse si se iba a poder pagar. Al menos, hasta haber vuelto de las vacaciones en el caribe que todos nos merecíamos a costa de la tarjeta de crédito.
Sin embargo, nada es para siempre y el crédito se terminó. Todos los jugadores se miraron silenciosos y se dieron cuenta de que ahora tocaba pagar. Lo que se había consumido se había obtenido adelantando consumo, y ahora tocaba compensando infra-consumiendo hasta pagar las deudas contraídas. Pero claro, eso constituía un gran problema.
Resulta que, como en una partida de póquer, al final hay uno que se lo lleva todo. El que se lo lleva todo, puede comer croissant a costa del pan que dejan de comer los que pierden. Sin embargo, el croissant del ganador no compensa al panadero del dinero que deja de ingresar por el pan que no ha vendido a los perdedores.
Actualmente, una pequeña porción de la población concentra (en paraísos fiscales sobre todo) la mayoría de los recursos. Sin embargo, la capacidad de consumo de bienes comunes es más limitada. El rico compra una barra de pan al día, veinte ciudadanos empobrecidos dejan de comprar veinte barras al día. Por mucho que la barra del rico esté hecha con harina refinada de Madagascar y cueste el doble, el panadero no se ve compensado.
Si pensáis que España debe su empleo y riqueza a pymes, os daréis cuenta de porqué la crisis es tan fuerte y nos afecta tanto. Por mucho que el concesionario de Ferrari haya doblado sus ventas, el impacto de éstas en la economía es mucho menor que el de los cientos de pequeños empresarios que cierran cada día.
El dinero está, pero no donde debe.
martes, 9 de octubre de 2012
La hora del despertar
Lo malo que tienen las mentiras es que, como dice el dicho popular, tienen las patas muy cortitas. Después de meses, años incluso, de mentiras y engaños a la población, la verdad termina afluyendo y aplastando a los mentirosos.
El FMI dice que el paro y el PIB seguirán empeorando. Han pasado pues los tiempos en que cada trimestre era el último de crisis, los tiempos en que cada mañana, entendido como día siguiente, se principiaba la recuperación económica.
Lo cierto es que la economía, la real, es una delgada lámina de metal que intenta no romperse y se debate entre el martillo de los impuestos y el yunque de la coyuntura internacional.
Se puede mentir durante mucho tiempo diciendo que el IVA, los aumentos impositivos que empobrecen a familias y empresarios, la subida de los costes (electricidad, carburantes, etc…), la no rebaja de cotizaciones sociales, etc… etc… (dos etc’s porque hay mucho que nombrar) no van a perjudicar la economía, pero al final, la realidad termina aflorando.
Tal vez, como decía Goebbles, una mentira repetida 1.000 veces puede ser tomada como verdad, pero eso no quiere decir que lo sea. La economía se erosiona, sangra, y tarde o temprano, muere. Nada puede aguantar una erosión tan continuada con el único fin de mantener una casta parasitaria compuesta por lo peor de la sociedad.
Si queréis saber cuándo os dicen la verdad, preguntad al dinero. El dinero es, por definición, un ente miedoso. Huye cuando se asusta y se queda y procrea cuando se le mima. El dinero no para de escapar de un país que, por mucho que los medios afines al régimen lo nieguen, está sentenciado desde hace mucho.
Y ojo, porque esta sentencia va para largo. Se estima que la población española descenderá en un millón de personas durante los próximos años… y os aseguro que no será la inmigración descontrolada la que se irá. La mayoría de los 7 millones de inmigrantes que entraron cuando “España iba bien”, aún estando en paro, están mejor aquí que en cualquiera de sus países.
Lo que abandona España es lo mejor que tenemos, lo que puede permitirse ser valorado fuera de nuestras fronteras como no es valorado aquí. Sangramos dinero y sangramos talento.
Se que puedo parecer pesimista para algunos y derrotista para otros. Nada más lejos. Sin embargo cada día tengo más claro que con el paso del tiempo la situación empeora exponencialmente y el coste de no hacer nada es altísimo. Cada día estoy más convencido de que lo peor está por llegar.
Europa exige a España que cumpla sus compromisos estrictamente, eso significa que la piara política, esos híbridos entre cerdos y sanguijuelas, se verá abocada a asfixiar aún más a la gente para mantener sus privilegios hasta el final.
Sinceramente, cada vez me preocupa más que la única salida que nos dejen sea una no pacífica.
Ojalá me equivoque, ojalá me despierte y todo esto sea una mera pesadilla.
lunes, 8 de octubre de 2012
El truco del plan Pive
Si fuéramos nuevos en esto, nos parecería que el nuevo plan de ayudas para comprar vehículos ecológicos es algo bueno, sin embargo, como la mayoría somos perros viejos, nos hemos acostumbrado a buscarle las vueltas a casi todo lo que parte de la piara política. Dejadme que os cuente una historia.
Don Incisivo Encía, dentista oficial del pueblo de Villanuevadelpiñosano fue a ver a su primo, director del único colegio del pueblo. En la reunión le expuso su preocupación ante la alarmante buena salud dental de los zagales de la villa.
Como por la familia se hace lo que haga falta, el director del colegio ideó un plan para ayudar a su primo. Durante todo el curso suministró piruletas a los niños, para hacerlo, hubo de subir la mensualidad que pagaban los padres. Un año después, el dentista local nadaba en la abundancia y, curiosamente, el director del colegio estrenó coche nuevo.
¿Os parece exagerado?
El Plan Pive ofrece una ayuda de 2.000 euros para comprar coches eficientes y ecológicos. Huelga decir que dicha ayuda la pagamos entre todos. Con esta iniciativa, el gobierno, espera animar el sector automovilístico.
¿Dónde está la trampa?
Pues la trampa está en que el dinero que os descuenten este año, los 2.000 euros, contará el año que viene como una aportación extra de dinero que habéis recibido, de modo que vendrá reflejada en la declaración de la renta y tendréis que pagar impuestos por ella.
Vamos que resulta más que previsible que el que se beneficie de esta ayuda, el año que viene tenga que pagar 400 euros más en la declaración del IRPF.
Esto está muy bien, yo que soy un político le hago un favor a un amiguete del lobby automovilístico con el dinero de todos. Así hasta el que no quiera comprarse un coche nuevo acabará pagando el de los demás. Además, me sale rentable pues pocas cosas generan tanto dinero en impuestos como un coche: impuesto de matriculación, de circulación, iva, seguros, impuestos especiales en las gasolinas, etc…
Al final, esto es algo que beneficia a todo el mundo… bueno, a los ciudadanos no, pero, al fin y al cabo, esos no importan… no es año electoral, ¿verdad?
viernes, 5 de octubre de 2012
El grito en el cielo
Muchos son los que han puesto el grito en el cielo ante las declaraciones del aspirante a ocupar la Casa Blanca, Mitt Romney. Este especimen norteamericano, pulido hasta en su forma de respirar por cientos de asesores, declaraba en un debate con Obama que “no quería que Estados Unidos fuera como España, un país que gastaba el 42% de su riqueza en sostener la administración”.
Sorprendentemente, desde un buen número de medios se ha condenado estas declaraciones y un servidor vuestro no puede entender por qué. No me extraña que Mitt no quiera que su país se parezca a España, lo raro es que España se quiera parecer a España.
De hecho, estoy convencido de que mucha gente, yo entre ellos, piensa como él. Creo que tan solo una pequeña fracción de España quiere parecerse a España, los que chupan de ese 42% de riqueza que genera la otra mayoría de España, los mismos que quieren que España deje de parecerse a España.
Por supuesto, esto es algo que no oiremos. Los medios son lo que son, voceros subvencionados de un gobierno que aunque cambie del rojo al azul, convierte a los ciudadanos en daltónicos pues, al final, el color que se percibe es el mismo: el gris.
Un gobierno gris para una situación que pinta muy negra. A pesar de la invasión masiva de aquellos que venían a pagarnos las pensiones, hoy por hoy, cada dos trabajadores sustentan a un jubilado, a 0’3 parados, a 0’23 trabajadores públicos, etc… y todo esto sin contar los miles de euros que debe cada españolito por obray gracia de los sucesivos gobiernos patrios…
Ahora, a esta lista se suma el tremendo marrón, por seguir con los colores, que supone el banco malo. Un ente que servirá para sanear el frenesí inmobiliario de la banca a costa de los ciudadanos.
Vamos, que estoy verde de envidia por la cantidad de países que no se parecen a España…
jueves, 4 de octubre de 2012
Y después de rescatarnos, ¿qué?
Mucho se habla de la posibilidad de que España sea rescatada. Como bien sabéis, para mi es un hecho desde hace años. Sin embargo, el rescate no es la panacea ni el “bálsamo de Fierabrás” que todo lo cura. Que nadie se engañe, el rescate es otro balón de oxígeno y nada más.
La cosa va más o menos así: el país pide prestado y convierte deuda privada en pública. Para pagar la deuda pública sube los impuetos y elimina servicios mientras que eso le sirve de algo. Cuando ya ha desangrado a sus ciudadanos todo lo posible y ha quitado todo lo que no es imprescindible (para la piara política, a los ciudadanos que les den), entonces llega el rescate.
Pero ojo, que el rescate es para el país y los bancos acreedores, no para los ciudadanos. Los ciudadanos del país rescatado seguirán igual o peor de lo que estaban pues además de tener que pagar toooda la deuda que ya tenían que pagar, ahora hay que sumar el importe del rescate.
De forma que el BCE da a España el dinero del rescate y España se lo da a los tenedores de deuda para que estos, a su vez, no pierdan la confianza en el país y sigan comprando deuda pública para que el estado se financie. El tiempo pasa y el dinero del rescate se agota mientras que el monto total de deuda pública sigue creciendo.
Al final, se trata de un esqueña de Ponzi de deuda. Los últimos que llegan pagan el principal y los intereses de los primeros. El BCE da dinero para pagar la deuda de los primeros inversores que compraron la deuda pública que a su vez sirvió para rescatar a las cajas de ahorros y gobiernos autonómicos varios.
Todo esto acaba en una espiral de endeudamiento y rescates de los rescates que a los ciudadanos nos venden que es por nuestro bien, pero en realidad es para seguir pagando desmanes. La espiral crece y crece hasta que, al final, no queda otra opción que hacer una quita de deuda. Entonces se reinicia el contador y se empieza la espiral de endeudamiento desde cero.
Eso sí, el reset del contador no es gratis. El coste asociado consiste en derruir un poquito más el estado del bienestar para hacer creer a los acreedores que se podrá pagar.
Lo único positivo es que tal vez, y sólo tal vez, los rescatadores saneen el país de escoria política ya que los ciudadanos no hemos sido capaces.
Ciertamente, España no es Grecia, somos más grandes y estamos en peor situación. Tampoco es Uganda, ellos no tienen los problemas que tenemos nosotros.
miércoles, 3 de octubre de 2012
Unos presupuestos sangrientos
¿Qué tienen en común un cuchillo que no corta, un vaso agujereado y una silla con una pata rota? Muy fácil, que no sirven para lo que deberían servir, a decir verdad, sólo tienen dos utilidades: reirse de quien los usa y hacer ganar dinero al que los vende mintiendo sobre su buen estado.
Con los presupuestos generales del estado presentados ocurre lo mismo.
Desde mi punto de vista, el estado ha de ser un ente regulador, que provea servicios públicos allí donde no se puedan o no convenga que los provea el sector privado y que, además, siente las bases jurídicas y de seguridad para que el dinero se invierta y se pueda generar crecimiento.
Ojo, no digo que el estado tenga que generar crecimiento, para eso ya está el sector privado si se proveen las condiciones necesarias para que esto suceda. Vamos que el estado tienen que proporcionar el suelo a buen precio para que el agricultor siembre. Por las múltiples experiencias del comunismo ya sabemos lo que pasa cuando es el estado el que siembra...
Cuando veo los presupuestos me doy cuenta de dos cosas: la primera, que el gobierno está más preocupado por las elecciones autonómicas que por la suerte de España. La segunda, que la brecha entre la recua política y la ciudadanía, en cuanto a intereses se refiere, sigue agrandándose.
Los presupuestos que se han presentado son los que contienen menos carga fiscal desde 1994. Al parecer, el grueso de la fiscalidad llegará en un decreto ley después de las elecciones. Ya esto es signo de qué le preocupa realmente a esta piara: conservar el sillón.
Tampoco resulta prometedor lo que se insinúa sobre el decreto ley. Varias medidas que parecen especialmente dirigidas a hundir el país y a las familias para que ellos puedan seguir con sus tejemanejes hasta el último segundo.
Entre estas fabulosas medidas se encuenta la posibilidad de que el ayuntamiento bonifique el IBI a quien quiera hasta en un 95%. En un país en el que la corrupción ha escalado a puestos astronómicos, la posibilidad de que los alcaldes puedan bonificar el IBI a amiguetes y compañeros de partido es algo más que tangible. Claro, como no hace falta dinero.
Además, no van a actualizar los mínimos de tributación. Estos mínimos calculan lo que necesita una persona o familia para vivir y permiten que esa cantidad base no tribute (por eso lo que ganan menos de X no tienen que hacer la declaración de la renta). Al no actualizar esos mínimos con el IRPF lo que están haciendo es suponer que cuesta lo mismo vivir que el año pasado... sin embargo, todos sabemos que no es así. Las cosas han subido... y mucho.
Al final, después de leer estas otras, se queda en la boca un sabor amargo, la sensación de que las cosas sólo pueden cambiar a peor y la frustración que proporciona saber que esto va para largo.
Se trata de unos presupuestos sangrientos preparados por sanguijuelas dispuestas a matar a su portador para seguir succionando su sangre un día más.
Con los presupuestos generales del estado presentados ocurre lo mismo.
Desde mi punto de vista, el estado ha de ser un ente regulador, que provea servicios públicos allí donde no se puedan o no convenga que los provea el sector privado y que, además, siente las bases jurídicas y de seguridad para que el dinero se invierta y se pueda generar crecimiento.
Ojo, no digo que el estado tenga que generar crecimiento, para eso ya está el sector privado si se proveen las condiciones necesarias para que esto suceda. Vamos que el estado tienen que proporcionar el suelo a buen precio para que el agricultor siembre. Por las múltiples experiencias del comunismo ya sabemos lo que pasa cuando es el estado el que siembra...
Cuando veo los presupuestos me doy cuenta de dos cosas: la primera, que el gobierno está más preocupado por las elecciones autonómicas que por la suerte de España. La segunda, que la brecha entre la recua política y la ciudadanía, en cuanto a intereses se refiere, sigue agrandándose.
Los presupuestos que se han presentado son los que contienen menos carga fiscal desde 1994. Al parecer, el grueso de la fiscalidad llegará en un decreto ley después de las elecciones. Ya esto es signo de qué le preocupa realmente a esta piara: conservar el sillón.
Tampoco resulta prometedor lo que se insinúa sobre el decreto ley. Varias medidas que parecen especialmente dirigidas a hundir el país y a las familias para que ellos puedan seguir con sus tejemanejes hasta el último segundo.
Entre estas fabulosas medidas se encuenta la posibilidad de que el ayuntamiento bonifique el IBI a quien quiera hasta en un 95%. En un país en el que la corrupción ha escalado a puestos astronómicos, la posibilidad de que los alcaldes puedan bonificar el IBI a amiguetes y compañeros de partido es algo más que tangible. Claro, como no hace falta dinero.
Además, no van a actualizar los mínimos de tributación. Estos mínimos calculan lo que necesita una persona o familia para vivir y permiten que esa cantidad base no tribute (por eso lo que ganan menos de X no tienen que hacer la declaración de la renta). Al no actualizar esos mínimos con el IRPF lo que están haciendo es suponer que cuesta lo mismo vivir que el año pasado... sin embargo, todos sabemos que no es así. Las cosas han subido... y mucho.
Al final, después de leer estas otras, se queda en la boca un sabor amargo, la sensación de que las cosas sólo pueden cambiar a peor y la frustración que proporciona saber que esto va para largo.
Se trata de unos presupuestos sangrientos preparados por sanguijuelas dispuestas a matar a su portador para seguir succionando su sangre un día más.
martes, 2 de octubre de 2012
Entrevista a Jesus Arroyo en la Nación
En primer lugar, pediros perdón por no haber publicado hoy. Aún estoy aterrizando y ni he acabado de hacer las maletas.
En lugar del artículo que quería sacar y que saldrá mañana, os ofrezco una entrevista a Jesus Arroyo, escritor de Diario de la quiebra al que yo mismo entreviste para Actibva hace tiempo.
Espero que la disfrutéis
Pd: en cuanto pueda respondo mails y comentarios
En lugar del artículo que quería sacar y que saldrá mañana, os ofrezco una entrevista a Jesus Arroyo, escritor de Diario de la quiebra al que yo mismo entreviste para Actibva hace tiempo.
Espero que la disfrutéis
Pd: en cuanto pueda respondo mails y comentarios
lunes, 1 de octubre de 2012
Back in town
Todo llega a su fin, después de las vacaciones me encuentro de nuevo asomado a la ventana al mundo que es este blog para retormar las viejas costumbres.
Para mi se inicia un nuevo curso en la UNED y para la piara política, un nuevo curso de mentirología y corrupción aplicada.
Normalmente, durante las vacaciones hago todo lo posible por abstraerme del mundo, no leo peoriódicos, no veo las noticias, etc... sin embargo, este año ha sido imposible esconderme de la forma acostumbrada. Aún con los métodos de incomunicación acostumbrados, la actualidad económica me ha dado caza.
Aún estoy poniéndome al día, he echado un vistazo superficial a los Presupuestos Generales del Estado y, muy por encima debe haber pasado mi ojo que no ha visto recortes significativos. Eso sí, aumentos de ingresos, teóricos claro, todos lo que queráis. Parece que la recua que nos gobierna sigue si conocer la curva de Laffer.
En fin, que me he ido y la sensación que tengo al volver es la misma que cuando se para una película usando la tecla "pause". Luego uno vuelve del servicio, pulsa play, y sigue viéndola por el mismo sitio que la dejó. Todo sigue igual... no, corrijo, peor. Porque seguimos perdiendo tiempo y sangrando dinero.
Lo único más llamativo ha sido la subida de la bolsa, la verdad, a falta de mirar gráficos, no creo que la subida esté justificada más allá de la mera especulación estival. Pienso que en breve debería darse la vuelta.
Solo me resta desear equivocarme, una vez más, y daros la bienvenida al curso 2012 - 2013 de sihaycrisis.
Para mi se inicia un nuevo curso en la UNED y para la piara política, un nuevo curso de mentirología y corrupción aplicada.
Normalmente, durante las vacaciones hago todo lo posible por abstraerme del mundo, no leo peoriódicos, no veo las noticias, etc... sin embargo, este año ha sido imposible esconderme de la forma acostumbrada. Aún con los métodos de incomunicación acostumbrados, la actualidad económica me ha dado caza.
Aún estoy poniéndome al día, he echado un vistazo superficial a los Presupuestos Generales del Estado y, muy por encima debe haber pasado mi ojo que no ha visto recortes significativos. Eso sí, aumentos de ingresos, teóricos claro, todos lo que queráis. Parece que la recua que nos gobierna sigue si conocer la curva de Laffer.
En fin, que me he ido y la sensación que tengo al volver es la misma que cuando se para una película usando la tecla "pause". Luego uno vuelve del servicio, pulsa play, y sigue viéndola por el mismo sitio que la dejó. Todo sigue igual... no, corrijo, peor. Porque seguimos perdiendo tiempo y sangrando dinero.
Lo único más llamativo ha sido la subida de la bolsa, la verdad, a falta de mirar gráficos, no creo que la subida esté justificada más allá de la mera especulación estival. Pienso que en breve debería darse la vuelta.
Solo me resta desear equivocarme, una vez más, y daros la bienvenida al curso 2012 - 2013 de sihaycrisis.
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