Dicen que las crisis son las épocas en las que se producen las mayores transferencias de dinero de unos grupos a otros. Con respecto a esa afirmación, me gustaría matizar algo: las crisis son las épocas en las que culminan las transferencias de dinero de unos grupos sociales a otros. Veamos el proceso utilizando a España a modo de conejillo de Indias o, como dicen los ingleses, “Guinnea Pig”.
Durante los años del boom el dinero fluía como el agua de los ríos. La mayor parte de esta agua seguía el curso del río hasta la desembocadura. Ocasionalmente, en algunos puntos, formaba remolinos y pequeñas lagunas, pero eso eran comportamientos aislados.
Este ejemplo viene a decir que el dinero fluía de abajo a arriba. De los compradores de viviendas a los grandes constructores. Ocasionalmente, algún pasa-pisero se enriquecía, pero eso era algo temporal. Con el resto de los bienes pasaba lo mismo, el dinero de los Ipad’s o los Bmw’s fluía de los pequeños compradores que querían un coche mejor que el de su cuñado (porque a ellos les gustaba conducir y además se lo merecían) a los propietarios y accionistas alemanes.
Durante algún tiempo, este flujo de dinero fue sostenido por un crédito fácil que no habría que empezar a pagar hasta dentro de varios meses y, por tanto, no era importante cuestionarse si se iba a poder pagar. Al menos, hasta haber vuelto de las vacaciones en el caribe que todos nos merecíamos a costa de la tarjeta de crédito.
Sin embargo, nada es para siempre y el crédito se terminó. Todos los jugadores se miraron silenciosos y se dieron cuenta de que ahora tocaba pagar. Lo que se había consumido se había obtenido adelantando consumo, y ahora tocaba compensando infra-consumiendo hasta pagar las deudas contraídas. Pero claro, eso constituía un gran problema.
Resulta que, como en una partida de póquer, al final hay uno que se lo lleva todo. El que se lo lleva todo, puede comer croissant a costa del pan que dejan de comer los que pierden. Sin embargo, el croissant del ganador no compensa al panadero del dinero que deja de ingresar por el pan que no ha vendido a los perdedores.
Actualmente, una pequeña porción de la población concentra (en paraísos fiscales sobre todo) la mayoría de los recursos. Sin embargo, la capacidad de consumo de bienes comunes es más limitada. El rico compra una barra de pan al día, veinte ciudadanos empobrecidos dejan de comprar veinte barras al día. Por mucho que la barra del rico esté hecha con harina refinada de Madagascar y cueste el doble, el panadero no se ve compensado.
Si pensáis que España debe su empleo y riqueza a pymes, os daréis cuenta de porqué la crisis es tan fuerte y nos afecta tanto. Por mucho que el concesionario de Ferrari haya doblado sus ventas, el impacto de éstas en la economía es mucho menor que el de los cientos de pequeños empresarios que cierran cada día.
El dinero está, pero no donde debe.
De España está saliendo el dinero. Inversores extranjeros que cuando vence su préstamo, recuperan lo prestado y se lo llevan. Ya no vuelve a ser prestado de nuevo.
ResponderEliminarLos bancos han de ir devolviendo también préstamos que recibieron del exterior. Van pagando pero mucho de ese dinero tampoco regresa.
Y después está el dinero que muchos particulares ponen a buen recaudo legalmente en bancos alemanes y el que no tan legalmente ponen en lo que se llaman paraísos fiscales. (No olvidemos que los paraísos fiscales existen porque existen los infiernos fiscales).
Pero todo esto es lógico: cuando se pasa de cierto nivel de endeudamiento privado y público, la sombra de la insolvencia te sobrevuela. Ya no pueden prestarte más porque sería difícil que lo devuelvas y más cuando el dinero sigue yendo a gastos corrientes y no a inversiones productivas en la mayoría de los casos.
Cuando la deuda privada y pública iba por la mitad de lo que es ahora, más o menos sobre 2005, el Banco de España debió tomar medidas para cortar el asunto (obligando a más provisiones sobre préstamos a las entidades financieras, por ejemplo, para desanimar a la alegre concesión) porque nadie puede endeudarse indefinidamente.
Y el Gobierno también debió impulsar alguna medida para controlar el desmadre autonómico y de Cajas. Pero el PSOE estaba muy ocupado en el Estatut catalán, en la Alianza de Civilizaciones y en si habría o no bares para fumadores.
La mayoría de políticos españoles son unos ignorantes en tecnología y en economía. Y los que les votan, más aún. No se puede pedir peras al olmo.
Esta claro que estamos gobernados por ineptos y que hasta ahora no hemos sabido querido verlo...
EliminarLos paraísos fiscales, he ahí el quid de la cuestión. Evidentemente, los que tienen ahí la pasta, son los amos y señores de la banca, las grandes corporaciones multinacionales y la política (resumiendo, las mafias). Y es de cajón que no lo van a declarar. Y el resto de mortales seguimos yendo a votar a unos diputados que seguirán haciendo las leyes que permitan a esos mafiosos seguir sin declararlo. ¡Qué demócratas somos todos, y qué a gusto nos quedamos!
ResponderEliminarSi según la Agencia Tributaria, la cantidad evadida por estos grupos representa el 74% del fraude fiscal en España, ¿qué puñetas estamos haciendo, aparte de hacer el imbécil?
Hay algo innegable, y es que cada euro en cuentas bancarias tiene un dueño con nombre y apellidos. Por ahí circula una lista con 569 políticos españoles con cuentas en Suiza, según el New York Times. ¿A qué esperamos para exigir una ley que impida la protección de ese dato? ¿Cómo hacerlo? Pues negándonos a ir a las urnas mientras no se garantice que esa ley será la primera en promulgarse. Eso sí, también deberíamos tener claro que es un problema universal, no exclusivamente español.
En la mayoria de los delitos, ser politico deberia ser un agravante en lugar de un "eximente"
EliminarEn eso sí que estoy de acuerdo, el ser político tendría que ser un agravante para cualquier comportamiento que no sea legal.
EliminarIncluso para cualquier comportamiento que demuestre una falta de honestidad y en el que se vea que prima el bien personal frente al bien general. (En el caso de los políticos esto debería estar tipificado de alguna manera).
Estaría muy bien que ser político fuera un agravante, pero para ello, antes habría que suprimir la inmunidad parlamentaria de unos y que se denuncien y no se archiven las causas a los otros. Los que promunlgan las leyes y los fiscales y jueces, jamás lo van a hacer mientras sigamos aprobando y avalando la "democracia" actual.
EliminarCásate conmigo!
ResponderEliminarTu tendero. (Y cada dia el de menos personas)
:-P
Llamame maniatico, pero me gustan las chicas jajajaja
EliminarTe recuerdo que si quieres ver lo del partido politico puedes enviarme un mail