miércoles, 3 de octubre de 2012

Unos presupuestos sangrientos

¿Qué tienen en común un cuchillo que no corta, un vaso agujereado y una silla con una pata rota? Muy fácil, que no sirven para lo que deberían servir, a decir verdad, sólo tienen dos utilidades: reirse de quien los usa y hacer ganar dinero al que los vende mintiendo sobre su buen estado.

Con los presupuestos generales del estado presentados ocurre lo mismo.

Desde mi punto de vista, el estado ha de ser un ente regulador, que provea servicios públicos allí donde no se puedan o no convenga que los provea el sector privado y que, además, siente las bases jurídicas y de seguridad para que el dinero se invierta y se pueda generar crecimiento.

Ojo, no digo que el estado tenga que generar crecimiento, para eso ya está el sector privado si se proveen las condiciones necesarias para que esto suceda. Vamos que el estado tienen que proporcionar el suelo a buen precio para que el agricultor siembre. Por las múltiples experiencias del comunismo ya sabemos lo que pasa cuando es el estado el que siembra...

Cuando veo los presupuestos me doy cuenta de dos cosas: la primera, que el gobierno está más preocupado por las elecciones autonómicas que por la suerte de España. La segunda, que la brecha entre la recua política y la ciudadanía, en cuanto a intereses se refiere, sigue agrandándose.

Los presupuestos que se han presentado son los que contienen menos carga fiscal desde 1994. Al parecer, el grueso de la fiscalidad llegará en un decreto ley después de las elecciones. Ya esto es signo de qué le preocupa realmente a esta piara: conservar el sillón.

Tampoco resulta prometedor lo que se insinúa sobre el decreto ley. Varias medidas que parecen especialmente dirigidas a hundir el país y a las familias para que ellos puedan seguir con sus tejemanejes hasta el último segundo.

Entre estas fabulosas medidas se encuenta la posibilidad de que el ayuntamiento bonifique el IBI a quien quiera hasta en un 95%. En un país en el que la corrupción ha escalado a puestos astronómicos, la posibilidad de que los alcaldes puedan bonificar el IBI a amiguetes y compañeros de partido es algo más que tangible. Claro, como no hace falta dinero.

Además, no van a actualizar los mínimos de tributación. Estos mínimos calculan lo que necesita una persona o familia para vivir y permiten que esa cantidad base no tribute (por eso lo que ganan menos de X no tienen que hacer la declaración de la renta). Al no actualizar esos mínimos con el IRPF lo que están haciendo es suponer que cuesta lo mismo vivir que el año pasado... sin embargo, todos sabemos que no es así. Las cosas han subido... y mucho.

Al final, después de leer estas otras, se queda en la boca un sabor amargo, la sensación de que las cosas sólo pueden cambiar a peor y la frustración que proporciona saber que esto va para largo.

Se trata de unos presupuestos sangrientos preparados por sanguijuelas dispuestas a matar a su portador para seguir succionando su sangre un día más.

3 comentarios:

  1. Querido Insignificantius, creo que a ninguno de los que pasamos por aquí nos han sorprendido los presupuestos. Todos sabemos que nos hundimos, y no hay "rescate" posible.
    Yo voto por irnos al monte a vivir alejados del capitalismo feroz :)

    Un abrazoooo

    ResponderEliminar
  2. Los presupuestos en España son un decorado de cartón piedra desde hace mucho. Este es un país donde no se respetan las leyes porque todo está politizado. Un país trozeado donde todos los partidos pillan cacho, por pequeños que sean.

    El gobierno del PSOE metió un endeudamiento público de más de trescientos mil millones entre 2008 y 2011. El doble del que había. Y la deuda externa neta de los españoles de un billón de euros. Esto significa que no hay solución mágica. De esta no se sale así como así.

    Aparte, el gobierno del PP ha tomado una deriva socialista preocupante. Su único plan parece el de subir impuestos a todo lo que se mueve. El mensaje al dinero no ha podido ser más catastrófico: todo el que puede, se larga con la pasta.

    Ningún país puede recuperarse sin captar dinero. Si el dinero se va en vez de venir, estás muerto.

    Por otro lado, no olvidemos que siete millones de inmigrantes, de forma descontrolada, entraron en el país en menos de diez años, el 20% de la población. Eso no hay economía que lo resista salvo que hubieras encontrado vetas de oro puro.

    ResponderEliminar
  3. Europa tiene que exigir recortes brutales en el numero de politicos que tenemos y en la forma que tienen estos sinvergüenzas de (mal)gobernar el país y derrochar el dinero que no tenemos.

    El problema es que la gente no termina de pillar de que va el asunto. Como no dejemos de endeudarnos YA vamos a tener graves problemas para pagar los intereses de la deuda y no podremos ni empezar a devolver el importe total.

    Estos sinverguenzas van a esclavizarnos de por vida para mantener sus parcelas de poder.

    MJ

    ResponderEliminar

Twitter Bird Gadget