martes, 29 de noviembre de 2011

Privatizamos beneficios, socializamos pérdidas: la piscina de don Román

Don Román Ufano era el cacique de la Puebla del Rey Fermín y como tal, tenía más tierras que nadie. Como la Puebla del Rey Fermín era uno de los lugares más calurosos del país, el tener una piscina era una necesidad que todas las familias tenían cubierta. El lujo estaba determinado por el tamaño de ésta y, por eso, la piscina de don Román era la mayor de toda la región.

Con el tiempo, don Román se planteó ampliar aún más su piscina para incluir un jacuzzi, un spa y una cascada de piedra. Tras meses de obras, el complejo acuático de don Román se terminó. Corría el mes de diciembre y el cacique se relamía esperando la llegada del verano.

Cuando llegó el estío, la sorpresa fue mayúscula. Las obras habían sido ejecutadas de mala manera, es lo que tiene encargarlas a la subcontrata de una subcontrata, y la piscina perdía agua. Las reparaciones duraron hasta mayo y, cuando la piscina estuvo arreglada, don Román se dispuso a llenarla. Imaginad su sorpresa cuando vio que, tras llenar su enorme piscina de nuevo, el pozo de sus tierras se había secado.

Desde ese preciso instante, el alcalde, amigo íntimo de don Román, inició una campaña en la Puebla del Rey Fermín. Mediante los periódicos locales informó a la población de lo trágico que sería que el cacique no pudiera bañarse al verano siguiente. Si el cacique no se bañaba, estaría de mal humor y eso se reflejaría en los contratos de alquiler de tierras, en sus aportaciones para las fiestas patronales, etc… Según el alcalde, si cada familia donaba un poquito de su agua, don Román podría bañarse.

A pesar de la generosidad de los lugareños, la piscina del cacique era demasiado grande para llenarla. Se llegaron a vaciar todas las piscinas del pueblo y, aún así, en la de don Román apenas llegaba el agua a las rodillas.

Cuando llegó el verano, todo el pueblo se asó de calor. Bueno, todo no, don Román podía acostarse en su piscina y quedar casi cubierto por el agua. Privatización de beneficios, socialización de pérdidas.

¿Os suena de algo esta historia? Ahora no se llama sequía ni nada por el estilo. Se llama crisis financiera internacional o crisis de deuda soberana... se llamará de cualquier forma excepto como en realidad se denomina: atraco.

Vale que los ciudadanos no somos del todo inocentes, a todos nos ha gustado pensar que éramos ricos, pero de ahí a hacernos responsables...

Este post viene a cuento por este vídeo que un lector anónimo me envió pidiéndome opinión sobre él.Pues bien, este post es mi opinión.

Fuente: elblogsalmon.com

Pd: magnífica viñeta y 100% acertada, aunque está muy muy cerca, lo peor está por llegar.

3 comentarios:

  1. En el caso de España, puede que la crisis financiera internacional nos librara de la hecatombe. Porque el endeudamiento para construir viviendas era bestial. En 2006 y 2007 se visaron 700.000 viviendas, cada año. Y la cosa pensaba seguir. Hubo fuertes endeudamientos para comprar más grúas y maquinaria de construcción. Si no cortan los préstamos, a estas horas tendríamos cinco millones de viviendas y la deuda privada de empresas y ciudadanos, ni se sabe cual sería. Lástima que la crisis financiera no saltara en 2005.

    ResponderEliminar
  2. Yo sólo puedo alegrarme de no haber tenido dinero en el 2005/2006/2007, si no, hubiera caído también en la trampa de haber comprado un piso sobrevalorado, como todo el mundo......En fin, ahora toca ahorrar y quitarse gastos supérfluos...

    ResponderEliminar
  3. Pues este hombre dice en el vídeo muchísimas cosas mucho más sensatas, claras y reales que todo lo que podamos escuchar en los "teledirigiarios" y en las "tontertulias" de la puñetera televisión.

    ResponderEliminar

Twitter Bird Gadget