jueves, 10 de noviembre de 2011

Se vende país, pedir por: Italia

Tiburcio Fresnadillo era el orgulloso propietario de una empresa de fabricación de marcos en Villabajo de Arriba. Su empresa contaba con una plantilla de tres personas: Maria, la secretaria y comercial, Paco, el oficial de marquetería y Chencho, una aprendiz que tenía a media jornada.
Tiburcio, cada año, aprovechaba los últimos días de diciembre para planificar los gastos que tendría su empresa de forma que el resto del tiempo no tuviera que preocuparse excesivamente.

Nóminas (14 pagas prorrateadas)
Maria……….22.000 euros
Paco…………24.000 euros
Chencho……8.400 euros
Suministros
Electricidad….3.000 euros
Agua…………….1.200 euros
Materias primas
Madera………..14.000 euros
Pinturas……….5.000 euros
Varios (clavos, pegamento, etc…)….. 600 euros

Como la sede de la empresa la tenía en propiedad, no pagaba alquiler y si tenía algún imprevisto, lo sacaba de la cuenta del mismo nombre. En total, tenía unos costes totales de 90.000 euros, 78.200  euros de costes varios más 11.800 de la caja de imprevistos.

La empresa marchaba bien y Tiburcio ganaba unos 40.000 euros de media cada año. Hasta que su hija se casó... A petición de su vástaga, Tiburcio incorporó a la empresa a su yerno Borja María. Un economista con grandes planes de expansión para Marquesa (la empresa marquetera).

Marquesa llevaba autofinanciándose años, pero no tenía dinero suficiente para ejecutar los ambiciosos planes de Borja María. Resignado, para que su hija y su yerno le dejasen tranquilo, fue al banco a pedir financiación para que Marquesa se convirtiera en International Marcos Inc. El director del banco, contento de tener como cliente a una empresa tan sólida como Marquesa, le abrió el grifo del dinero sin reservas.

Borja María construyó una nueva sede, despidió a los empleados y deslocalizó la producción mientras Tiburcio disfrutaba de su, impuesta, jubilación. Todo iba viento en popa hasta que aparecieron las cámaras digitales. La gente comenzó a guardar sus fotos en el ordenador y se vendían menos marcos. De pronto, los prestamistas no confiaban tanto en la solvencia de la empresa, por mucho que Borja María dijese lo contrario a cualquiera que quisiera escucharle.

La International Marcos Inc tuvo que hacer frente a los préstamos que había usado para abrir decenas de delegaciones por todo el mundo. El director del banco ya no ponía la alfombra roja cada vez que se reunía con la cúpula de la empresa. Sin crédito para pagar a sus cientos de empleados, las materias primas, la luz, etc...la International Marcos Inc quebró. Era tan grande, que dependía del crédito para vivir y, sin este, murió. 

Tiburcio ahora pasea y mira con nostalgia la sede de su antigua empresa. Echa de menos a Maria, Paco y Chencho.

Básicamente, eso es lo que pasa en Italia.

El dinero se ha despilfarrado en un sistema autonómico muy parecido al español. Con una corrupción muy parecida a la española.Con un mercado laboral con gente con contrato fijo y gente con contrato temporal, muy parecidos a los españoles.

Italia ha vivido de crédito durante los últimos años. Lo ha usado para todo. Pensad en las nóminas de los empleados públicos, la luz de los edificios, las flores de los parques, los folios de las oficinas, los silbatos de los agentes, la gasolina de los bomberos. TODO.

Ahora, se insinúa que habrá que rescatarla pues, igual que España, gasta demasiado. El problema es que cuando se rescató a Grecia, se usaron 130.000 millones (y aún no se ha solucionado el problema, verdad), pero Italia es mucho mayor. Pensad en lo que suman todos los pagos de un país durante un tiempo y tendréis el dinero que necesita Italia.Ahora, el fondo de rescate (que se estrenó con 440.0000 millones de euros) tiene 250.000 millones, de los cuales 139.000 millones los aporta precisamente Italia, así que sólo contaría con 110.000 milones.

¿Y si el BCE no tiene dinero suficiente?

¿Y cuando le toque a España?, ¿se dejan lo mejor para el final?


Fuente: tiojimeno.es

3 comentarios:

  1. El ejemplo podría aplicarse también a Kodak, que no se adaptó rápidamente a la fotografía digital y vió como la gente dejó de comprar peliculas de fotos. Es lo que tiene perder el tren tecnologíco. Y en vez de invertir en productos capaces de ser exportados, invertir en ladrillo a lo bestia como en España y encima subiendo precios sin parar.

    Porque no tenía sentido: se fabricaban y proyectaban más pisos de los que se podían vender y encima subían de precio. Y los fabricantes de marcos de puerta, de ventanas, de pasamanos, de cristales, se expansionaban como el del artículo. Y los sueldos se disparaban. Había fabricas de aluminio trabajando en turnos de ocho horas y no daban abasto. Los convenios iban disparados. El que envolvía los perfiles de aluminio cobraba más que muchos titulados.

    Hasta que dejaron de prestarnos. Ss secó el río. Y todo paró. Hay que volver a la situación primigenia, sobre el año 1998, pero vinieron cinco millones de inmigrantes de baja cualificación, que venían a poner ladrillos y limpiar. El efecto Caldera de inmigración era alabado entonces. Ahora será el llanto y crujir de dientes.

    Esto va para largo. Y ya veremos si quebramos o Alemania abandona el Euro.

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  2. muy buena parábola, as usual. La globalización económica abre oportunidades y cierra otras. Sí, el panorama es berluscodantesco.
    saludos blogueros

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  3. Los datos del articulo que linkeas al final son catastróficos...

    lo que ya hablamos hace tiempo, los excesos se pagan y creerse un magnate del petroleo pidiendo créditos y pagando los pidiendo otros acabaría reventando. el verdadero problema? lo que nos dejan a nosotros.

    un saludo

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