Hola de nuevo.
El fin de año fue de traca, laboralmente hablando. Cuando acabé, finalmente, tenía tal empacho de bytes que no podía acercarme a un pc a menos de 10 metros. Estas navidades estuve en la sierra de Andalucía, sin internet. Una desintoxicación perfecta.
Ya me tenéis aquí de nuevo, dispuesto a dar toda la guerra que pueda y a ayudar a quien quiera a comprender lo que está pasando.
Fermín era un cazador apasionado. Desde pequeño le había gustado salir al monte con su padre a cazar unas cuantas perdices y, cuando se hizo mayor, continuó con su afición.
Cada fin de semana, Fermín, cogía su escopeta y se iba al campo. Cada semana volvía con un par de perdices que su esposa luego cocinaba y servía para comer.
Durante años se repitió la rutina. En los últimos meses, Fermín comenzó a preocuparse. En lugar de dos perdices, ya sólo cazaba una. Lo que durante años había sido un coto de caza próspero, ahora comenzaba a mostrarse agotado.
Una noche, tras una jornada de caza en la que no consiguió ningún ave, Fermín charlaba con Don José, el alcalde. Tras contarle su preocupación, el alcalde se comprometió a darle solución.
La solución del alcalde para Fermín fue la siguiente: el ayuntamiento subvencionará la munición, los cartuchos, así al ser más barato disparar, Fermín disparará más y tendrá más probabilidades de acertar. Aunque el cazador sabía que esta medida no resolvía su problema, se calló, pues aunque no disparara, al menos cuando lo hiciera sería más barato.
Se habla mucho de la reforma laboral. Dudo que una reforma laboral solucione el problema. Me huelo que la reforma lo que hará será abaratar aún más el despido. Según los razonamientos que se oyen, “si despedir es más barato, se contratará más”.
Si pero no.
Ya se abarató el despido con la última “reforma” y el desempleo no ha parado de crecer. Hay que tener claro algo: EL EMPRESARIO CONTRATA SI LO NECESITA. Es decir, si tiene trabajo para alguien. Un empresario no va a contratar a alguien que no necesita por el mero hecho de que despedirle le vaya a salir más barato.
Lo que hay que hacer es dinamizar la economía, y no es ese el camino que el ejecutivo de Rajoy está iniciando. Todo lo contrario. El aumento de impuestos hará que el consumo disminuya. Es de libro… pero claro, para eso hay que tener sentido común…
Pd: Feliz 2012
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ResponderEliminarAlgo pasa con la legislación laboral en España. Nadie en la zona Euro tiene más del 20% de parados ni docenas de tipos de contrato como sucede aquí, ni un 23% de economía sumergida. Ni unos sindicatos del siglo XIX. Y no hay que olvidar que el peor trabajo es no tener trabajo. Me parece que el tinglado necesita un revulsivo total.
ResponderEliminarLas perdices se acaban. Pero mira lo que ha hecho Sarkozy y su puesta en marcha de un IVA para productos inportados...sobre todo chinos.
ResponderEliminarA ver si vuelven la fabricas, o las perdices.
Somos el país con mas paro del mundo industrializado. No creo que sea por casualidad.
ResponderEliminarLos distintos gobiernos no han sabido favorecer una clase media fuerte y un tejido empresarial dinámico.
Solo tenemos progresia, caciquismo, enchufismo, subvenciones y corrupción.
MJ
Iniciatus, he abierto una sección de economía en el Periodico, pero no tengo economista.
ResponderEliminarTe importa que copie y pegue tus articulos? Estarían un tiempo abajo a la izquierda, y sería borrados con cada nueva entrada. El original siempre permanecería en tu blog.
Insignificantius, lo de dinamizar la economía suena muy bien, pero no olvidemos que por mucho que pensemos, hagamos, inventemos o desarrollemos, hay algo inexorable: los demás también lo van a hacer. Y algo más inexorable todavía: el límite para consumir es de 24 horas diarias, aquí y en Sebastopol, y aún así, aguantarías dos días máximo, con lo cual, podremos consumir más sofisticado pero no más cantidad. Y claro, la sofisticación de las gilipolleces tiene también un límite al que llegaremos en breve: sofisticar la mierda para su consumo en la sección de delicatessen de El Corte Inglés. Creo que el sistema de consumo creciente hace tiempo que rebotó, y nos está consumiendo a nosotros. En eso estamos y no queremos verlo.
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