Fin de semana catalán

Este fin de semana, tanto si se quería como si no, para comer había butifarra y de postre cava. Bastaba poner la televisión para una alta dosis de elecciones catalanas.

El atracón acabó ayer por la noche con unos resultados que, no me creeréis, pero me esperaba. Lo que no me esperaba era la gran participación que hubo.

La gente dio la espalda a un político que, supuestamente, estaba siendo investigado por corrupto y a su proyecto de independencia. Sin embargo, creo que esto último importó menos ya que subió la representación de la formación política cuya marca genuina es el deseo de independencia (fingido o no).

Al final, lo que yo veo, es que los catalanes piensan que siendo independientes les iría mejor. Personalmente, uno de mis lemas es vive y deja vivir y, si de verdad quieren ser independientes, que lo sean, eso sí, que lo sean para todo.

Que tengan su propio ejército, su propia liga de fútbol y su propia frontera, faltaría más. De verdad que no me importa en absoluto, por mi perfecto que cualquiera que lo desee se independice, pero ojo, que lo haga con todas las consecuencias porque, creo, que los políticos catalanes a falta de programa (algo extensible al resto de políticos de nuestro país) han tirado de corazón.

Es muy bonito decir que la culpa de todo la tiene España y callarse que un tercio de toda la deuda de la sanidad proviene de Cataluña. Está muy bien señalar con el dedo a Madrid y acusarle hasta de matar a Kennedy y callarse la cantidad de empresas catalas que están cerrando y ocultar la enorme deuda generada en los últimos tiempos.

De verdad, si quieren independizarse, hagánlo, pero hagánlo ya por favor. Estoy cansado de pagar traductores de catalán en el Senado para satisfacer el ansia de diferenciación de algunos, cansado de que se meta en el mismo saco a mucha gente que no se lo merece y que me digan que las autovías andaluzas son gratuítas mientras que las suyas son de pago cuando fue esto, precisamente, uno de los motivos que impulsó a la industria catalana tanto en los últimos tiempos (el tenerlas antes, me refiero).

Por favor, antes de culpar al resto de España por todo, miren a lo que tienen en casa, que la táctica que de culpar a los otros de todo la inventó Goebbles y ya está muy vista. De verdad, que no hay rencor, Cataluña me parece un sitio estupendo, llena de gente encantadora, pero llega un momento que según qué discursos cansan, sobre todo si sólo ven, a mi entender, un lado del asunto…

Pd: se me olvidaba... participación masiva... parece que seguimos sin ver al verdadero enemigo...