jueves, 23 de mayo de 2013

Crecimiento infinito o ilusión económica



Dicen que sólo los matemáticos y los economistas son capaces de creer que algo puede crecer hasta el infinito… y los primeros, sólo en teoría.

Existen estudios realizados por Solow y Swan, que demuestran que, en teoría, el crecimiento económico infinito es posible, simplemente hay que conseguir que se produzca una acumulación continuada y una evolución sostenida del conocimiento tecnológico.

¿Ahora bien, bastaría esto para lograr crecer y asegurar una mejora en las condiciones de vida de la población? La respuesta, como es palpable, es que no.

Se ha demostrado que el comercio es otro de los factores que ayuda a desarrollar a los países, pero, como en todo, esto hay que entenderlo con matices. El comercio basado en materias primas no ayuda el desarrollo, ha de ser comercio basado en el valor añadido que aporta el antes mencionado conocimiento tecnológico.

Bien, conocimiento y comercio. ¿Sería suficiente? Aún no. Falta otro ingrediente más.

Para lubricar esta estructura de conocimiento y comercio, debe existir un marco legal e institucional que regule la actividad que rodea a todo esto. Además, sería deseable que este marco estuviera libre de corrupción y que fuese lo más eficiente posible para distorsionar cuanto menos mejor la actividad económica.

Ahora os pregunto: ¿qué hace falta para que España crezca?

¡Un milagro!

El conocimiento tecnológico lo regalamos exportando nuestros cerebros al extranjero, el comercio exterior se basa en buena parte en materias primas, y las instituciones… ahí mejor ni entramos…

3 comentarios:

  1. La base del crecimiento es la energía abundante y barata. Una solución era la nuclear y se desechó por diferentes motivos. Otra solución es el fracking, romper piedra subterránea para sacar el oceáno de gas que hay ahí debajo encerrado. En EE.UU. lo sacan ya y el precio del gas es cuatro veces menor que en la UE.

    Otra fuente inagotable será el hidrógeno. Del agua se puede sacar oxígeno e hidrógeno. Y el hidrógeno, al quemarlo, vuelve a dar agua. Es un ciclo eterno. Sólo hay que conseguir producirlo barato y difundir las hidrogeneras, por así llamarlo.

    Hidrogenando carbón se puede producir gasolina sintética, como hicieron los alemanes en la Segunda Guerra Mundial.

    En fin, hay aún muchos recursos para obtener energía.

    Ahora bien, lo que hay en Asia es una explosión demográfica. Entre China, India y alrededores existen casi cuatro mil millones de personas, más de la mitad de la población mundial. Eso sí que tiende hacia el infinito. Esa masa humana produciendo como un hormiguero bienes de consumo puede arruinarnos a todos.

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  2. Estoy de acuerdo con Bucan sobre todo con lo de la energía. Añado además que en España seguimos con opresivos monopolios que la controlan sin que el Estado intervenga para fijarles unos límites y/o favorecer la competencia.
    Un caso que me resultó curioso es el de REPSOL, es una empresa que se deslocaliza, que busca el control de los precios y nos exprime de la mano de sus dos supuestos competidores pero, cuando tuvo el problema en Argentina con YPF, no tardó en agitar la banderita para que el Gobierno les sacase las castañas del fuego. Así que veo dos posturas:

    -Postura oficial: NO INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN ECONOMÍA
    -Postura real: NO INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN ECONOMÍA si no conviene...

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  3. Pues para que España crezca es imprescindible que otros países decrezcan. Y claro, mucho me temo que no estén por la labor. Y aunque lo estuvieran, seguiría siendo imposible el crecimiento continuo ilimitado. A menos que encontrásemos en otras galaxias infinitos pardillos dispuestos a consumir sólo lo que España produjera, y que pudiéramos servirles la mercancía o que pudieran ir desfilando por aquí a llevársela.

    Y aún así, llegaría un momento en el que seríamos tan maravillosos y tan ricos que habríamos acaparado tal cantidad de riqueza que no estaríamos dispuestos a seguir currando.

    El hecho de que haya miles de sesudos fabricantes de fórmulas, series, curvas, índices y contraíndices no quiere decir que dos más dos no sean cuatro. La producción, el consumo, la riqueza, el desarrollo, el progreso, y todo lo que quieras, no es más que un toma y daca en un sistema cerrado. Es idéntico al asunto de que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Y la ley de los rendimientos decrecientes es inexorable en un sistema finito, que si no me equivoco es el nuestro.

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