Imagina que le das a un ser querido un ultimátum: o dejas de
fumar o me largo. Esa persona, una vez que entienda que ha de dejar de fumar,
tiene dos formas de hacerlo. La primera implica fumarse un último cigarrillo (o
acabar el paquete) y no volver a fumar.
La segunda, consiste en intentar fumar cada vez menos,
reduciendo el consumo a medio paquete, cinco cigarrillos, dos, uno… y se acabó.
La diferencia entre los dos métodos estriba en el tiempo que
se le da. En el primer caso, el ultimátum es tajante, es para ya. Y la persona
querida o lo deja o no.
En el segundo caso, se le da un tiempo para que asuma la
situación y, gradualmente lo deje. Se le da más tiempo que puede ser
aprovechado de muchas formas, puede que sirva para, efectivamente reducir el
consumo o para hacer que esa persona se envalentone y piense que a lo mejor se
te olvida el ultimátum.
En este tiempo puede probar diferentes métodos: parches, pastillas, etc... pero si el fumador no está convencido de lo que hace, no servirá de nada.
Transcurrido el plazo pueden pasar dos cosas: el fumador lo
deja o sigue. Si le quieres mucho, no tendrás otra opción que darle una
prórroga del ultimátum. Y si tampoco lo deja, puedes volver a darle una
prórroga y así hasta que uno de los dos, tu o él, ceda y, o bien aceptes su
hábito o bien lo deje.
El problema es que el tabaco es una droga adictiva y,
posiblemente, tú te rindas antes que él.
Ahora, después de esta historia, pensar en que Bruselas le
ha dado al gobierno español otros dos años para recortar el déficit. Sacad
vuestras propias conclusiones.
Conclusión muy sencilla. Seguimos ahondando en los mismos errores.
ResponderEliminarLo que está visto es que el espíritu ideológico europeísta (el de la antigua CEE y la actual UE) ha muerto definitivamente. Esto es un sálvese quien pueda.
Por un lado los gobiernos del norte de Europa, sin asumir sus propias responsabilidades en la Crisis, quieren que sus sistemas financieros recuperen hasta el último céntimo invertido (un tanto irresponsablemente) en el Sur a costa de lo que sea. Y por otro lado los gobiernos del Sur descargan sobre la población el pago de sus propios errore.
No les queda otra porque si no, es el fin del Euro. O sea, esperan que deje el vicio de fumar, o sea, de gastar más de lo que se produce.
ResponderEliminarHay que tener en cuenta que estamos al borde de la quiebra viviendo de lo que nos prestan y siguen ahí las televisiones autonómicas, por poner un ejemplo. No parece que tener esas televisiones sean parte del bienestar social. Ni tener milenta mil coches oficiales, otro ejemplo.
Si el empleo privado ha caído un 23% desde 2008 y el público sólo un 3%, es evidente que algo se está haciendo mal. Pero las izquierdas en este país están atrincheradas en el sector público y no permitirán fuertes reducciones. Cada vez que se intenta reducir algo arman la de San Quintín. Mal asunto.
Claro que sí, dos años más y en el 2015 nos volverán a dar otros dos años más, porque no hay otra salida, necesitan cobrar, tarde o temprano y, aunque sigan así hasta el 2050, nos seguirán dando plazos. No tiene ningún mérito por parte del bobierno; caía de cajón que se ampliaría el plazo.
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ResponderEliminarvisita mi blog http://waterpollutiontorrelavega.blogspot.com.es/
ResponderEliminarCreo que me están entrando ganas de fumar... :-)
ResponderEliminarPero debería dejarlo...