martes, 14 de febrero de 2012

Un roto para arreglar un descosido

Ese es el regusto que me ha dejado la nueva reforma laboral del Partido Popular.

Se abarata el despido, una vez más, y se le da más poder al gran empresario. Recalco lo de "gran". Ahora las empresas, cuando tengan una disminución de ingresos durante tres trimestres podrán despedir con más alegría.

La indignación me puede cuando me venden una flexibilidad basada en quitar a los de siempre. Curiosamente, las cotizaciones sociales no se tocan. Debe ser que rebajar las cotizaciones no ayuda a crear empleo y por eso se quedan como están.

Sin embargo, dejadme deciros que son esas mismas cotizaciones las culpables, en buena medida, de la economía sumergida. La cosa es simple, un empresario puede pagar 1000 euros de sueldo en negro si necesita al trabajador, pero tal vez no pueda pagar 1.500 euros. De modo que o paga 1000 brutos o los paga netos.

Preguntadle a alguien que necesita dinero si prefiere ganar 750 euros con contrato o 1000 sin él... pues bien, en el país que tiene un 25% de economía sumergida, se considera más importante facilitar el despido que acabar con dicha economía sumergida, cosa que podría aliviar bastante el deficiente estado de las arcas públicas. Rebajen las cotizaciones sociales, que sí son una traba a la contratación.

Pero claro, las cotizaciones tocan el bolsillo del estado y eso no puede ser. Nos venden el mundo al revés, donde el despido es lo primero que se considera al contratar, no la cantidad de dinero que cuestra contratar. ¿Acaso creen que somos tontos?

Me apuesto un café con quien quiera a que esta reforma no servirá de nada. Bueno sí, para hacer subir la cotización de las empresas del Ibex 35. Esas empresas con 2.000 expolíticos dentro y que sólo proporcionan el 20% del empleo nacional (siendo generosos).

Lo dicho, arreglamos un roto con un descosido. A la moda, ¿no?

7 comentarios:

  1. Pues no me apuesto el café, porque evidentemente no servirá de nada. Pero yo sigo insistiendo, porque aunque sea pesado, sigo convencido de ello: durante más de 20 años hemos estado pagando por una vivienda más de cinco veces lo que debería de costar. Y esa sobrevaloración se ha ido en su inmensa mayoría en el coste del suelo. Y los dueños de ese suelo, con la connivencia de ayuntamientos y entidades financieras, han retirado toda esa ingente cantidad de pasta a los paraísos fiscales. ¿A qué esperamos para exigir a los “jueces” el inmediato seguimiento y localización de esa pasta hasta su devolución e internamiento en la cárcel de todos sus evasores? Como son muchos y no es cuestión de saturarlas más aún, pues que se habiliten todas las viviendas que ahora tienen los bancos. Sólo tienen que poner rejas en las ventanas y a funcionarios de prisiones en la portería.

    Mientras no hagamos eso, no hay solución que valga, señores. Porque pasta, haberla, hayla, otra cosa es dónde, y eso es muuuuuy fácil de rastrear. Así que ni reformas laborales ni gaitas, al pan, y al vino, vino.

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  2. En efecto, es una reforma deficiente. Como apuntas, la clave está en la economía sumergida. Y la maraña de los más de cuarenta tipos de contrato laboral que hay en España es aprovechada por muchos listos para servirse del sistema y chupar de las dos economías, la oficial y la sumergida.

    El 90% de las empresas en España tienen menos de seis trabajadores. Para todos esos pequeños empresarios la legislación laboral es un laberinto, no pueden costearse bufetes de abogados con las 2.500 empresas que tienen más de quinientos trabajadores. O sea, que optan por la economía sumergida en todo lo que pueden. Todas estas peleas entre sindicatos y gobierno y patronal, a ese 90% de pequeñas empresas, les queda muy ajeno, aunque sufran las consecuencias.

    Parece que aquí sólo se piensa en las 2.500 que tienen más de quinientos trabajadores. Son el núcleo, desde luego, y las que pueden dar trabajo a otras, pero son muy minoritarias.

    Rajoy no ha hecho una revolución o regeneración laboral. Ha dictado más leyes que incrementan las anteriores o las enmiendan. Más sobre más. Al menos es lo que parece a simple vista. Veremos en el desarrollo en que queda, si no es aún peor.

    Los costes sociales son en efecto elevados para la estructura económica de España. Hay negocios que pueden hacerles frente pero hay otros muchos que no.

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  3. Indignado me hayo... En efecto, nos toman por tontos. Pero realmente, no somos tontos, la realidad es peor aun, somo idiotas, por no salir a la calle a quemar ayuntamientos y sucursales bancarias, etc... por permitir este expolio a nuestro país que cada vez es mas suyo que nuestro, así estaremos hasta que nos echen de nuestras tierras o les echemos de sus poltronas.

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  4. Lo de siempre... exceso de burocracia y leyes hechas a medida de las grandes empresas. Hace falta reducir los impuestos, eliminar burocracia y eliminar las autonomías.

    Estamos endeudandonos y tirando dinero a la basura simultaneamente.

    MJ

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  5. Buen post Insignificantius. Estoy contigo en que esta reforma laboral es posible que no tenga ningún efecto. Creo como tú que hay que ayudar a aflorar el trabajo sumergido, sea a través de facilitar a las personas que se hagan autónomas o bajando las cotizaciones.

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  6. De matrícula de honor Insignificantius. Rebaja de cotizaciones igual a aumento de tesorería ergo menor dependencia bancaria para empezar. Sí además permitimos que se igualen tipos fiscales de empresas y personas físicas así como la desgravación de gastos y rematamos con tributación por ahorro, se acabó con la economía sumergida y con el aumento del paro de golpe... Esta reforma es un adelanto, parche o como se le quiera llamar, hasta que caiga el Reino Andalusí. Como solución no tiene ni la intención.

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  7. ¿Puedo hacer una pregunta de torpe en la materia? Gracias.

    La rebaja en las cotizaciones, ¿con qué se suple? Porque digo yo que las arcas públicas tendrán que reponer esa disminución sacándolo de otra partida. ¿De educación, de sanidad, de jubilaciones, de prestaciones sociales, de seguridad, de justicia? Como ya imagino que la mayoría propondremos que se saque de inmersiones lingüísticas, embajadas y televisiones autonómicas, sueldo de los políticos, coches oficiales y demás, propongo que todos los que estemos de acuerdo dejemos claro que a partir de ahora no va a votar ni dios hasta que se cumplan esas premisas en los programas de todos los partidos. Y que lo cumplamos.

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