Lo que es bueno para unos...

Puede ser desastroso para otros. Es lo que tiene el tomar una medida determinada y aplicarla en 25 economías cada cual de su padre y de su madre.

El euríbor (European Interbank Offered Rate) sube y se acerca al 2%. Tras el respiro que se dio a los hipotecados, el dichoso indice vuelve a tirar para arriba adelantándose a la previsible subida del tipo de interés que el BCE lleva cacareando desde hace un par de meses... por mucho que dañe a las economías periféricas

Hace unos años (unos 15) el pertenecer a la Unión Europea era algo muy cool, algo lleno de ventajas. Y es que no era lo mismo ser españoles que ser europeos. En realidad, la Unión Europea fue algo que, en sus inicios, sirvió para reconciliar a Francia y a Alemania tras muchos años de tiras y aflojas (la guerra Franco-Prusiana, las discusiones territoriales acerca de la Alsacia y la Lorena, las guerras mundiales, etc...) y que, con el paso del tiempo, se convirtió en un instrumento para las empresas.

La unión europea supuso la apertura de los mercados europeos para las empresas, de pronto se encontraron un mercado de 400 millones de personas a las que podían vender sus productos. El siguiente problema, las tensiones cambiarias, se resolvieron a principios de la década pasada con la instauración del euro.

Durante años, hubo un gran crecimiento y prosperidad que recorrió Europa. Ya sabéis lo que pienso, cuando hay, hay para todos... el problema es cuando no.

Y llegamos al presente. Resulta que ahora hay que elegir, con el planeta entero metido en una crisis sistémica, el BCE tiene que elegir, o realizar una política económica afín a las economías más fuertes y que más aportan al sostenimiento de la Unión o preocuparse por aquellos que se creyeron que todo el monte era orégano, los PIIGS o GIPSI. ¿Qué creéis que pasará?

Me da a mi que la recuperación europea se dejará muchos cadáveres por el camino y que nosotros seremos uno de ellos.

Fuente: ccooblog.wordpress.com