La estafa de las autonomías

Me propongo demostraros, ojo demostrar con la teoría en la mano, que las comunidades son una estafa y una engañifa. Lo ilustraré con una historia:
 
Don Paco era un respetado ganadero andaluz. Durante años, había acudido a la feria mensual de ganado de Villatortas del Morrazo en busca de los mejores sementales para su ganadería.
 
Un día, su cuñado le propuso instalar una pequeña oficina permanente en Villatortas. Según él, sería más rentable tener allí una oficina pequeña. Eso permitiría conocer mejor la historia de los especímenes de la feria y propiciaría mejores compras. Además, le evitaría a Don Paco la molestia de tener que viajar cada mes a la feria y su consiguiente gasto. El ganadero al final aceptó y su sobrino pasó a dirigir la oficina.
 
Con el tiempo, su sobrino se dio cuenta de que necesitaba una secretaria, pues apenas pasaba por la oficina, y una tarjeta de crédito para invitar a comer a los criadores locales con el fin de sacarles información sobre el ganado. Además, como iba de finca en finca, también necesitaba un chófer para poder concentrarse mejor en su tarea durante los viajes.
 
Siguió pasando el tiempo y el sobrino de Don Paco hizo muchos amigos entre los ganaderos de Villatortas del Morrazo. La amistad y las comisiones, hicieron que Luciano, el sobrino, comprara el ganado según sus intereses y no los de su tio. Así, la ganadería de Don Paco cada vez produjo reses de peor calidad mientras que su sobrino, decía que el problema era que no tenía suficiente dinero para comprar los mejores animales. Esto era algo que el ganadero no podía entender pues la oficina le costaba cinco veces lo que se gastaba antes en viajar y comprar sementales.
 
Y eso es lo que pasa con las auto-no-mías
 
Descentralizar el poder y, por tanto el gasto, se realiza por criterios de eficiencia económica. Es decir, si los que gobiernan están más cerca de los gobernados conocerán mejor sus necesidades y podrán obrar en consecuencia. Esa es la teoría.
 
En la práctica, las comunidades son gobiernos de taifas que no sólo no realizan un gasto eficiente, sino todo lo contrario. Duplicación de funciones, mal hechas en ambos casos, gastos suntuarios estúpidos, etc… qué os voy a contar que no sepáis.
 
En cualquier caso, según el criterio de eficiencia en el gasto, podría entender una comunidad autónoma en Andalucía, Galicia, Navarra,… pero, ¿en Madrid? ¿Qué necesidades conoce mejor, por cercanía, la Comunidad de Madrid que no conozca el Bobierno Central? ¡¡¡Si están a 500 metros el uno del otro!!!
 
En fin, mi reflexión es: si no llueve, no se justifica llevar paraguas. Si el gasto no es más eficiente, no se justifica la descentralización administrativa.
 
¿Para que sirven entonces las comunidades?
 
Sí, para eso que estáis pensando: para colocar amiguetes, gastar nuestro dinero en prostitutas y drogas (verídico) y aumentar el déficit año tras año. Y me da igual la rosa que el pajarraco.
 
Por tanto, si a mi me venden un crecepelo que no sirve y eso se llama estafa. ¿No es lo mismo que me vendan unas comunidades que no sólo no son eficientes en el gasto sino que lo son en el fasto?