martes, 19 de febrero de 2013

Guerra de divisas: moneda fuerte, moneda débil

Últimamente se habla cada vez más de la posible existencia de una guerra de divisas. Pero, ¿realmente sabemos que es y que implica una contienda de este tipo? En primer lugar, hemos de analizar los pros y los contras de tener una moneda fuerte o débil para entender lo que conllevan este tipo de enfrentamientos.

En primer lugar, hemos de tener en cuenta que una moneda no es débil o fuerte porque sí, sino en relación a otra. Normalmente, esa otra es el dólar y digo normalmente, porque es en dólares en lo que cotizan los activos más típicos: petróleo, oro, gas natural, etc…

Que una moneda sea débil respecto al dólar implica que comprará lo que necesite a alto precio y, cuanto más débil, mayor precio pagará. Si un corrupteuro cotiza a 0,50 dólares, dos corrupteuros serán un dólar. Si un barril de petróleo cuesta 100 dólares, necesitaremos 200 corrupteuros para comprarlo. Ahora supongamos que el corrupteuro se devalua un 50%. En ese caso, un corrupteuro cotizará a 0,25 dólares y ahora el barril de petróleo costará 400 corrupteuros.

Para los ciudadanos de Pringalandia, país originario del corrupteuro, de repente la gasolina costará el doble (como mínimo). Sin embargo, hay un lado bueno, lo que produzcan se venderá más barato, pues si un ciudadano norteamericano compraba antes una calculadora de Pringalandia por 1 dólar, tras la devaluación, cada calculadora le costará 50 céntavos de dólar y más norteamericanos podrán comprar calculadoras.

Los ciudadanos de Pringalandia verán como sus fábricas de calculadoras venden más y, en teoría, podrían ver como aumenta la contratación de gente para fabricar calculadoras.

El caso de la moneda fuerte es todo lo contrario. La gasolina (importaciones) se abarata y las calculadoras (exportaciones) se encarecen.

¿Qué es entonces lo que se pretende con la guerra de divisas? Ganar eficiencia o competitividad a costa de otros. Yo traslado las carencias de mi sistema productivo a la moneda.

Una devaluación puede ser beneficiosa, el problema surje de cuando todos tienen la misma idea e intentan devaluar para favorecer sus exportaciones. Eso es lo que está pasando ahora, todo el mundo intenta salir de la crisis a costa de los demás, ese es el motivo por el que se ha devaluado el Yen, por el que se devaluó la Libra y por el que el Yuan, la moneda china, está tan barata.

¿Guerra de divisas? Claro, a falta de ideas se tira de lo conocido… funcione o no…

Pd: sí, me dejo mucho, pero qué queréis si este tema da para varios libros…

3 comentarios:

  1. O sea, lo de siempre, que este sistema sólo ha ido bien a los listos que se han aprovechado de los tontos. Pero tarde o temprano se tenía que pasar por las contradicciones a las que hemos llegado. Son necesarios los tontos, para venderles la moto, pero como su economía es un desastre, no tienen pasta para pagarla. Entonces interesa que sean tontos, pero no tanto. Pero claro, si aprenden, también empiezan a hacer sus motos, aunque sean peores, y van dejando de comprárselas a los listos. Y como las hacen más baratas, empiezan a venderlas por ahí, convirtiéndose en competidores de éstos. Entonces los listos deciden fabricarlas en los países de los tontos para abaratar costes y poder competir con éstos, con lo que están fortaleciéndoles y al final pasan de tontos a listos, y convierten a los listos en tontos.

    El gran timo clásico ha llegado al límite con la globalización de las mafias. Y la única solución que tienen es la que están ya aplicando: en lugar de robar a los de al lado, se alían con ellos y entre todos timan a los de abajo, que tenemos inmensas tragaderas y además les aplaudimos.

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  2. Esta claro que los tontos somos los de los corrupteuros que parece no podemos devaluar a placer, y todo el mundo, sobre todo China, chupa de la teta europea.

    Otrosi. Tu que eres economista, podrias responderme porque no es posible el reparto del trabajo para luchar contra el paro. ¿Por que no se ponen jornadas de 6 horass, aunque sea ganando menos? por ejemplo

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  3. La devaluación la encabeza Obama, que se ha puesto a fabricar dinero como si fuera papel higiénico. La reacción como apuntas en China o Japón, es tirar su moneda. Y el Euro, no hace nada.

    Es asombroso que el Euro, moneda de un conjunto de países dispares y que puede reventar en cualquier momento, esté tan alto frente a otras monedas. Así es que se deslocalizan fábricas de Europa al exterior. Fabricar y vender en otras monedas es más barato.

    En realidad, el Euro tendría su lógica si la zona Euro fuera un mercado cerrado. Pero se quiere compaginar el libre mercado entre países con una moneda rígida y un sistema de impuestos que roza casi el expolio. Es muy difícil sostenerse en esa situación.

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