viernes, 7 de diciembre de 2012

In-seguridad jurídica y legislativa


Como se que, con frecuencia, me acusáis de pesimista, hoy os voy a contar algo mediante un juego. Os propongo que os pongáis en la piel de Amancio Emprendedor, un futuro empresario que desea invertir en los pueblos de Peralta de Arriba o Peralta de Abajo, según le convenga.

El deseo de don Amancio es abrir un aserradero, una fábrica de mobiliario y una tienda de muebles. Para conocer mejor las condiciones de los pueblos, el empresario decide hablar con los alcaldes.

Tras entrevistarse con los dos alcaldes, ha llegado a la conclusión de que ambos le ofrecen las mismas ventajas fiscales, en ambos pueblos existe el terreno que necesita y los precios de agua, luz y terrenos son los mismos en los dos lugares. Entonces, ¿cómo decantarse por una ubicación u otra?

Don Amancio recurre a Don Leguleyo Ratónlegal, su abogado, que tras investigar la legislación local informa a su cliente. Según don Leguleyo, en Peralta de Arriba, abra lo que abra pagará las mismas tasas municipales, esté donde esté el negocio, pagará la misma tasa de basuras y para obtener la licencia de apertura de los tres negocios tendrá que seguir los mismos trámites.

En el caso de Peralta de Abajo, la tasa de basuras es más baja cuanto más cerca del vertedero esté el negocio, de modo que lo que pagará por el aserradero será menor que lo que pagará por la tienda, ya que esta estaría en el centro del pueblo. Las tasas municipales se abonan en función de un complicado algoritmo matemático… los años pares. Los impares son gratis si caen en año bisiesto. Para obtener la licencia de apertura de la fábrica, basta con la fotocopia del dni de don Amancio, pero para la licencia del comercio y el aserradero hace falta una carta compulsada por varios organismos y varios trámites y estudios más. Además, las normas cambian cada 5 años para “adecuarse a los tiempos”.

¿Dónde invertiríais vosotros?

España es exactamente eso. Cada comunidad dicta sus propias leyes. Nuestro país es una maraña legal con más de 200.000 leyes y 17 mercados absolutamente fragmentados.

En un mundo donde se tienden a homogeneizar las legislaciones, el comportamiento legislativo español es un cangrejo antediluviano que nos conduce a un proceso de progresiva desertización empresarial.

3 comentarios:

  1. El saber a qué atenerse al abrir un negocio es de agradecer. El estar en un lugar en donde la burocracia no te vuelva loco y donde exista una estabilidad legal no parece una tontería. Sin embargo, se han creado empresas teniendo las autonomías, ahora se están destruyendo.
    Hay cosas que son importantes, que son mejorables, pero que no sé si son las fundamentales.
    Por otra parte, el no saber a qué atenerte, el que estén todo el tiempo cambiando las leyes, y además, para que no las cumplan más que los “pringaos”, es un chiste que no me hace ninguna gracia.

    ResponderEliminar
  2. Es que las Autonomías tienen que diferenciarse unas de otras para justificar su existencia. Así, cada una legisla para diferenciarse de otras, no porque exista algo racional o pragmático detrás.

    Y cada vez que cambia el que dirige el cotarro, o cuando hay elecciones, o cuando les parece, cambian las reglas de juego: o sea, inseguridad jurídica en Peralta de Abajo.

    Y así hemos ido para abajo cuando creíamos ir para arriba. Con las inyecciones de endeudamiento de empresas y ciudadanos y administraciones pensábamos que íbamos en la Champions League en cabeza peri en realidad íbamos hacia la cola.

    ResponderEliminar
  3. ¿Habéis oído algo sobre el nuevo complejo vitamínico anticrisis murdaskedano? http://murdaskedano200.blogspot.com.es/2012/12/el-pais-se-rinde-ante-murdaskedano.html

    ResponderEliminar

Twitter Bird Gadget