lunes, 17 de diciembre de 2012

La España de las tres velocidades


Desde hace tiempo se ha acuñado el término de la Europa de dos velocidades, refiriéndose a los países del sur y a los países del norte, es decir, PIGS y resto.

Ahora, yo os propongo que hablemos de la españa de las tres velocidades, o los tres raseros, según prefiráis mirarlo.

En primer lugar, están las administraciones públicas
Las administraciones públicas van a su ritmo, funcionan con sus propias leyes y hacen las cosas de una forma que resultaría inadmisible para el resto. Durante años se financiaron a costa del suelo de forma que, por un lado vía impuestos y por otro vía encarecimiento del suelo, chuparon la sangre a los ciudadanos.

En el año 2003, tenían una deuda de 433 mil millones de euros. Cuando la crisis explotó, ésta ascendía a 507 mill millones de euros. Todos sabemos que la administración es un gigante lento y arcaico que tarda en adaptarse a los tiempos, de forma que siguió gastanto como ni no hubiera mañana. Sin embargo, el año pasado la deuda era de 736 mil millones de euros (empresas públicas creadas para tapar deuda aparte)… algo falla porque, al parecer, la administración sigue gastando como si no hubiera crisis.

En segundo lugar, están las empresas
La empresas grandes, que todos conocemos la situación de las pequeñas, también tienen su propia velocidad, generalmente, van por delante de la administración.

Los impuestos que pagan suelen ser ridículos en comparación a lo que deberían, en parte porque unos 2.000 “ex altos cargos políticos” trabajan en ellas.

En 2003 debían unos 706 mil millones de euros. En 2008 unos 1.481 mil millones de euros (esto es un billón y medio, ojo) y, finalmente, en 2011, unos 1.261 mil millones de euros. Al menos, estos algo han ajustado.

En tercer lugar, están las familias
Curiosamente, las familias y las pymes son las que están cosidas a impuestos. Pagan lo que no pagan las grandes empresas para sostener el inmenso mastodonte administrativo que les rodea, los cinco niveles de administración y los servicios públicos.

En un entorno de subida constante de precios e impuestos sin precedentes, ¿qué diríais que han hecho las familias? Echemos un vistazo a sus números.

En 2003 las familias debían 451 mil millones de euros, en 2008, en la cima de la burbuja, unos 912 mil millones de euros. Y, este año, a falta de cerrar las cuentas, unos… 800 mill millones de euros.

Es decir, en el entorno económico más hostil que hemos vivido muchos, con cada vez más trabas, las familias han reducido su deuda en un 13%. ¿Qué nos dice eso?

Que ojalá tuviéramos la misma sensatez para elegir a nuestros dirigentes que para manejar nuestra situación económica…

4 comentarios:

  1. Tres velocidades pero todas sobre una orgía de deuda. Empresas y ciudadanos tomaban prestado como si no hubiera que devolverlo. Y las Autonomías no dejaron de endeudarse desde 1995.

    En 2006, hasta la ONU advirtió de que se estaba montando en España una burbuja de deuda de resultados catastróficos. Pero aquí nadie quería parar la fiesta. El lema era "que nos quiten lo bailado". Y lo trincado, añadiría yo. Y el gran timonel ZP chillaba que íbamos en la Champion League.

    Mientras Cajas de Ahorro eran arrasadas, muchos hicieron grandes fortunas en Euros. Antes, robar mil millones de pesetas era un superpelotazo. En el euro, trincar cien millones de euros (16.600 millones de pesetas) se acordaba en una cena.

    Ahora, CADA DIA, se necesita aumentar la deuda en más de doscientos millones de euros (casi cuarenta mil millones de pesetas) para pagar gastos y vencimientos y no quebrar. ¿Hasta cuando?.

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  2. O sea, si las familias reducen deuda, reducen también consumo, y eso es anatema para este maravilloso sistema, porque se deja de crecer.

    Y con los gobiernos, tres cuartos de lo mismo, si no reducen deuda, malo, si para reducirla recortan, también malo.

    ¿En qué quedamos? Pues eso, que hay que consumir sin consumir, y que tiene que fluir el crédito pero sin que nadie lo pida. Joé, cada vez lo ponéis más difícil los economistas.

    Dejémonos de rollo y llamemos a las cosas por su nombre: sistema contradictorio y repleto de ladrones. Menos crecimiento, menos politicuchos, menos fiscales inoperantes, menos consumismo y un poquito de sentido común y de matemáticas simples: dos más dos son cuatro.

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  3. Al hilo de lo que dice fractalio: la solución A es mala, y la B no mucho mejor. O dicho de otra forma: hagamos lo que hagamos, lo vamos a pasar mal, pero una cosa es pasarlo mal para mejorar e intentar salir adelante y otra muy distinta, pasarlo mal para estar cada vez peor.

    Ya no tiene sentido lamentarse ¿en qué pensábamos cuando mandamos a un millón y medio de personas al paro en un año, en que su subsidio de desempleo lo iban a pagar los Reyes Magos? Y no digamos nada el año aquel en que nuestro déficit se disparó al 11% ¿en qué andábamos preocupados los españoles, en la siguiente temporada de Aída?

    Ahora el mal está hecho PERO podemos empezar hoy mismo a hacer las cosas bien: familias reduciendo deuda a límites "sostenibles" ¡hurra! si no fuera porque no lo hemos hecho de motu propio, nos lo han impuesto nuestras maravillosas entidades financieras que han cerrado el grifo... y lo curioso es que todo el mundo clama para que el grifo se vuelva a abrir aún a riesgo de ahogarnos.

    La gente pensando en cambiare de coche gracias al plan PIVE y sin cuestionarse porqué hay dinero para la enésima renovación de la flota de automóviles desde el 2.008 y no para mantener los hospitales por los cuales la Administración se ha endeudado y que ahora quieren regalar a la empresa privada (¿qué no eso la privatización? Pues que alguien me lo demuestre, que a mi no me cuadra otra definición: privatización=regalo a amiguetes de los políticos de empresas/organismos públicos saneados con el dinero de todos)

    No hemos hecho nada, animados por unos políticos que no saben que hacer. Seguimos con el mismo o mayor desapego a pagar impuestos, con la misma desidia a la hora de pedir explicaciones a nuestros gestores, quejándonos mucho en el bar de la esquina o en las reuniones de vecinos, pero sin denunciar fehacientemente los atropellos (en Portugal los funcionarios públicos denunciaron la supresión de la paga extra, por ejemplo).

    No es la España de las 3 velocidades; España ya sólo tiene una velocidad: el punto muerto. Hemos "emborrachando" el motor a base de acelerones durante los últimos 3 años. Y sinceramente a mi ya no me apetece pasar por el taller, va siendo hora de pensar en cambiar de coche

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  4. Totalmente de acuerdo con lo que dices, lo mismo digo yo en mi blog elartilleroilustrado.

    Pero omites un detalle. Una anécdota. Yo estaba en un bar el día de las elecciones del 2011 cuando ganó Rajoy por goleada. Recuerdo que me encontré con amigos y gente de las mesas vecinas que iba a votar cabreadísima con ZP. Yo me quedé alucinado. Pensaban SINCERAMENTE que un tío que había estado sentado 8 años esperando a que le cayese el país en las manos de maduro, iba a sacar la varita mágica e iba a solucionar todo.

    Otra cosa, yo jamás votaré ni al PP ni al PSOE, juntos hicieron la más inadvertida aberración de la historia de la Democracia. CAMBIARON LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA EN UN FIN DE SEMANA PARA PRIMAR EL PAGO DE LA DEUDA SOBRE TODO LO DEMÁS.

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