jueves, 24 de enero de 2013

Un cuento para no dormir


Villa Tiburcio era un pueblecito de gente tranquila, en el que los lugareños gustaban de hacer deporte cada día y corrían por las veredas que circunvalaban la población.

Un buen día, al alcalde se le ocurrió que podían hacer un polideportivo para que los ciudadanos pudieran seguir disfrutando de su footing cuando lloviera, además, de paso, daría trabajo a unos cuantos desempleados que había y, por ende, recaudarían algo más al trabajar estos desempleados.

Por si esto fuera poco, el ayuntamiento podría cobrar entrada al polideportivo y organizar competiciones deportivas que dieran fama a Villa Tiburcio. Todo ventajas.

Con estos planteamientos se comenzó la construcción.

Como había poca mano de obra para la construcción, los sueldo empezaron a aumentar rápidamente. El trabajar en la construcción de la infraestructura se hizo tan popular, que los zagales dejaron el instituto para irse a trabajar ahí.

Al calor del boom que supuso la faraónica obra, abrieron muchos otros negocios: peluquerías para las novias de los afortunados constructores (trabajar en el polideportivo era un privilegio), concesionarios para vender coches, etc…

La situación llegó a tal punto, que la falta de mano de obra, aún con las nuevas incorporaciones, hizo subir tanto los sueldos que el presupuesto municipal se desbocó. Como solución, el alcalde promocionó la obra en otros pueblos vecinos y decenas de nuevos trabajadores llegaron a Villa Tiburcio.

“Que bien, más gente a la que cobrar impuestos”, pensó el alcalde.

Los servicios de Villa Tiburcio se desbordaron y los precios de todo subieron por la demanda. Había más gente que compraba zapatos, ponía cortinas y alquilaba casas.

La cosa fue boyante hasta que un día, entre elogios y para bienes, el alcalde cortó la cinta inaugural. Todos se felicitaron.

Al día siguiente, los trabajadores de la construcción se dieron cuenta de que no tenían a donde ir a trabajar. Al mes siguiente, sus novias no podían ir a la peluquería. A los dos meses, algunos dejaron de pagar sus flamantes coches.

Algunos sobrevivieron haciendo arreglos esporádicos en las casas o malviviendo de la huerta de la familia. Unos pocos, los más cualificados, se marcharon del pueblo buscando un futuro mejor.


Así es como hoy, hemos alcanzado los 6.000.000 de parados. Gracias a la economía sumergida, aún (y digo aún) el país no ha ardido. Así es como llegaremos a superar los 7.000.000 de parados.

Pd: MJ no te diré que no lo he pensado/me lo han sugerido... pero es difícil encontrar editor para un libro (hace tiempo que lo busco para la novela que escribí) y además, entre mis múltiples ocupaciones apenas tengo tiempo libre ya... No obstante, gracias, es un honor que pienses eso.   :)

10 comentarios:

  1. Sin embargo, hoy día se siguen aplaudiendo y promocionando por una gran parte de ciudadanos y políticos iniciativas como las de Euro Vegas, Madrid 2012, 2016 y 2020, y siguen calificándose de emprendedoras y de creadoras de riqueza y de empleo. Para mí que nunca aprenderemos de la testaruda realidad.

    Véase la muestra del “inefable” Gallardón y sus fantasías olímpicas. Ahora que nos ha dejado con una deuda absolutamente injusta a los sufridos madrileños, como le dejen, hará los mismo con los todos los sufridos españolitos. Es una caja registradora en el equipo del registrador.

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    1. Cierto, y ahora la alcaldesa a quien nadie ha votado nos pretende hacer tragar otra entrega olimpica...

      Manda narices

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    2. Sinceramente, no entiendo como en esta "democracia" se puede producir un sinsentido así. Que coloquen en la capital de España a un alcalde no elegido. Sólo porque le calienta la cama al gurú del partido.

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  2. Bonito relato que muestra como se creó una economía artificial a base de deuda, que es lo peor.

    Muchos no parecen entender que el paro es la solución a la crisis: había exceso de mano de obra (vinieron casi siete millones de inmigrantes), porque se han dejado de construir 700.000 viviendas al año.

    700.000 viviendas al año son 2.1 millones de puestos de trabajo directos, más los indirectos: vendedores inmobiliarios, muebles, sanitarios, tuberías, cortinas, etc...

    Se han ido para no volver. A no ser que se comenzase a construir buenas viviendas a precio asequible y los europeos empezaran a comprarlas para veranear y jubilarse aquí: era el proyecto de España como California europea. La corrupción se lo llevó por delante.

    ¿Cómo pudo dejarse la construcción, la principal industria del país, en manos de las Autonomías y de los Ayuntamientos?. Pues como se dejó a la mitad del sistema financiero: las Cajas.

    Nota: En la firma del comentario dejo un enlace sobre como hacer dinero de forma infinita entre uno mismo y un socio (que sea algo estúpido).

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  3. Muy bueno el relato. Yo últimamente estoy dándole la vuelta a muchas soluciones más o menos inspiradas que me estoy encontrando por la red. Tú que eres un economista talentoso, ¿que opinas de esta?

    http://vimeo.com/56982316

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  4. La economía sumergida es una moneda de dos caras. Es la que hoy da de comer a muchos de nuestros iguales, pero también es la que da de "beber" a muchos de nuestros políticos. Esa contabilidad B puede ser la madre de nuestros sueños y también la madre de nuestros desvelos. Parece inevitable, pero no deberíamos ser portavoces de bendiciones y maldiciones sobre un mismo aspecto, porque las contradicciones son las que acaban justificándolo todo.
    Gracias por el relato.
    http://maria-may.blogspot.com

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    1. Razón no te falta. Si algo sé del dinero negro (dejémonos de eufemismos) es que es pan para hoy y hambre para mañana. La economía sumergida lo que hace es chuparte los mejores años de tu vida laboral por lo justo y dejarte tirado cuando ya estás viejo para trabajar. Vives al día en tu juventud y en la miseria en tu vejez.

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    2. Tal como van las cosas, con la economía legal también nos vamos a encontarar con la miseria en la vejez.
      ¿Que país se puede mantener con una tasa de paro del 26% (seguramente llegaremo0s al 30%)?
      ?Que sistema social se puede mantener con menos de 17 millones de cotizantes y 17 millones de perceptores (pensionistas, parados, ayudas?.
      Tenemos los mismos cotizantes que hace 15 años y seis o siete millones de habitantes más.
      La solución es, sin duda, crear 6 millones de puestos de trabajo.
      Como se trata de un imposible (no se crearán ni seis millones ni tan siquiera un millón), la alternativa es recortar el número de trabajadores.
      Dos alternativas a saber:
      A/ Exiliar a seis millones de españoles.
      B/ Repatriar seis millones de inmigrantes.
      Señores denle las vueltas que quieran, pero o se alijera el peso de la nave o la nave se vá a pique con todos dentro.

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    3. Volvemos a la misma conclusión que sacan muchos, la culpa es de los inmigrantes que quitan el trabajo a los buenos ciudadanos españoles. Sinceramente, echar la culpa a otros es como ver la paja en el ojo ajeno. Como no nos atrevemos a afrontar reformas profundas, les echamos la culpa a los inmigrantes que esos son fáciles de atacar.

      PDTA: Se están produciendo ambos fenónemons. La emigración (sobre todo de gente cualificada) española se ha disparado y los últimos 6 meses cerca de 80.000 inmigrantes han retornado a sus países.

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  5. No, Ismael, no se trata de echar la culpa a los inmigrantes, ni que éstos quiten el trabajo a "los buenos españoles", se trata, y lo dejo bien claro en mi post, que con seis millones de parados y sin la más mínima posiblidad de crear empleo, o se produce el exilio de seis millones de españoles o la repatriación de seis millones de inmigrantes.
    ¿Reformas profundas? ¿De qué clase?. ¿Abaratar aún más los salarios para ser competitivos con China?.¿Renunciar definitivamente al escaso estado de bienestar que nos queda y que tanto costó conseguir?
    Repito. NO SE VAN A CREAR PUESTOS DE TRABAJO EN ESPAÑA, al menos puestos de trabajo del primer mundo.

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