viernes, 22 de febrero de 2013

La balanza de pagos, un arma de doble filo


En economía existen muchas formas de presentar los datos. Al igual que el gato de Schrödinger, que podía estar vivo y muerto a la vez o la montaña, que según se mire tiene una pinta u otra.

La balanza de pagos y el déficit comercial tienen el mismo tipo de comportamiento. La balanza de pagos es la suma de todo el dinero que entra y sale de un país y de la balanza comercial. Esta última, es la suma de todas las mercancías que entran y salen de un país. De modo que hablar de balanza comercial y de exportaciones netas es lo mismo.

Imaginad un pueblo en el que, en tiempos de bonanza por el boom del zumo de naranja, el alcalde se vanagloria de que todos sus conciudadanos están comprando Bmw’s. La balanza comercial es deficitaria, pues se compran Bmw’s y se venden naranjas, es decir, se exporta menos de lo que se importa. Entonces la balanza comercial es de 2000kg de naranjas * 10 unidades monetarias – 1000 Bmw’s *1.000 unidades monetarias =     
-980.000 um.

Sin embargo, cuando llega la crisis de la naranja, nadie compra Bmw’s porque no está el horno para bollos, sin embargo, se siguen vendiendo naranjas, aunque sólo la mitad que antes. De modo que, las exportaciones netas (exportaciones menos importaciones) han crecido una barbaridad. Pero la gente no vive mejor, ni mucho menos. Ahora, la balanza comercial es de 1000kg de naranjas * 10 unidades monetarias - 0 Bmw’s *1.000 unidades monetarias =  10.000 u.m. Que bien, tenemos superavit comercial!!!!

Claro que a lo mejor, lo ideal habría sido: 10000 microchips estupendos * 200 unidades monetarias - 1000 Bmw’s *1.000 unidades monetarias =  1.000.000 u.m. Que bien, tenemos superavit comercial del bueno!!!!

Por eso, cuando los políticos sacan pecho hablando de la reducción del déficit comercial o del aumento de las exportaciones netas (exportaciones menos importaciones), no se está diciendo necesariamente que la cosa vaya bien. Simplemente se trata de un dato que se puede vender de un modo u otro, pero es un simple dato. Como cuando en estadística se dice que si yo me como un pollo y tu miras hambriento, estadísticamente, cada uno nos hemos comido medio pollo.

Personalmente, para mi el único dato incuestionable es la inoperancia y desfachatez de nuestros políticos. Eso sí que es igual lo mires desde la óptica que lo mires, sólo tienes que quitarte las gafas de cristal rojo, azul, verde o del color que sean.

4 comentarios:

  1. Tienes razón, pero vender menos naranjas y no comprar BMW siempre es mejor que vender más naranjas pero comprar BMW que valen más que las naranjas a costa de endeudarse.

    En la burbuja inmobiliaria, ni siquiera se exportaban naranjas. Los pisos cada vez más caros nos los revendíamos entre nosotros y se compraban BMW. Pero era a base de endeudarnos, empresas y ciudadanos, porque los pisos no se exportaban, salvo alguno que compraba algún extranjero, cada vez menos, por la brutal subida de precios.

    Cada pais ha de buscar el equilibrio entre exportaciones e importaciones.

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    1. El tema es que lo saben perfectamente. No son tontos, y cuentan con tropecientos asesores muy bien pagados por todos para decírselo.
      Sus asesores, quienes son los que les hacen los discursos, les agregan a todos los datos económicos la poderosa variable "G". Con ella hasta el país más ruinoso es Jauja o el País de Cucaña.

      G = Los ciudadanos españoles no se enteraran = Son unos ignorantes = Igual se la meto dando gritos de satisfacción = Quedo como un gran economista

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  2. Y encima para entender esto hay que tener un poco de conocimiento en la materia, y saber diferenciar cada cosa con su significado porque si no(y los políticos lo saben muy bien) solo escuchamos lo que estamos acostumbrados a oír en su discursito, creciendo, bien, mejorando, a subido, reducción del déficit, AUMENTO... etc. pero sin saber lo que acabas de explicar aquí parece que estamos por el buen camino y ellos salen del paso a jugando con nuestra ignorancia.

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  3. Si de algo tengo la certeza, es de que absolutamente todos los datos oficiales y no oficiales que se manejan en macroeconomía son falsos. Primero, porque es imposible hacer una consolidación fehaciente de los mismos, y aún suponiendo que se hiciera, porque siempre hay algún estamento en el recorrido interesado en falsearlos. Al final es cuestión de negociar las cifras a publicar entre los dos o tres grandes frentes interesados en los movimientos y especulaciones internacionales que se producen a partir de las cifras oficiales. Si en el camino alguien protesta, pues ya se sabe, o se le tapa la boca con billetes o con sutiles amenazas, y asunto concluido.

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