Hoy es uno de esos días en los que me he levantado profético, así doy una oportunidad a mis muchos detractores de poder cazarme un “owned” y decirme en unos meses que me equivoqué.
Con cariño para tod@s los que me acusan de no mojarme...
La reforma laboral
Mucho se ha hablado de la reforma laboral. Hasta yo he dicho que no va a servir de nada. Sin embargo, me equivoqué. La reforma laboral va a servir de mucho, pero nada bueno para el trabajador.
La reforma laboral se ampara en una flexibilidad cuya traducción es la disminución de los salarios en pos de preservar el puesto de trabajo. Pero claro, nos bajan los salarios para que podamos seguir trabajando y, paralelamente, se nos pide que consumamos para levantar la economía.
Curiosamente, el fin del crédito fácil, utilizado para suplir el hecho de que los salarios no subían en época de bonanza bajo excusa de que podía aumentar la inflación, fue el detonante (que no el provocador) de la crisis.
Ahora nos intentan vender que si nos rompen un brazo nos curarán el dolor de cabeza. Esta reforma laboral lo único que hará será aumentar la precariedad y exterminar a los pocos que aún podían consumir.
Y claro, ¿quién tiene más capacidad de bajar precios?, ¿las pymes que dan el 80% del empleo o las grandes multinacionales?
La reforma financiera
Otra más. Esto es una mentira no como un puño, sino como todas las manos del mundo. Para que fluya el crédito se hace las entidades financieras aumentar sus provisiones.
En lenguaje claro: la solución para que una presa no pierda agua es hacerle un agujero.
Es un contrasentido abismal. Lo que la reforma financiera producirá será una concentración aún mayor del sistema bancario. Un aumento del desempleo tanto vía eres en entidades financieras como vía empresas por la falta de financiaión. Pero, ¿qué empresas?
a) pymes
b) grandes empresas
Adivinad cuál de las dos es…
La quita pública
Los empresarios que hagan descuentos cobrarán antes a la administración. Pagan tarde, mal y de menos. No sé a vosotr@s, a mi esto me parece una ESTAFA y una quita en toda regla.
Eso sí, los bancos cobrarán un interés ¿del 6 %? por financiar dichas deudas. Adivinad quién gana y quién pierde con esta medida…
Pues sí, es una ESTAFA en toda regla, como todo este sistema basado en la sobrevaloración hasta extremos inauditos de las cosas que les interesan a unos cuantos, hasta desembocar en una subasta mundial, manipulada por esos mismos unos cuantos.
ResponderEliminarCon esta medida, y con cualquiera otra que se le pueda ocurrir a quien sea, pierde el común de los mortales inmersos en este sistema corrupto, caducado y estafador. No hay parámetro económico que no sea contradictorio con otros del mismo saco. Y no hay PYME que pueda competir con los monstruos macrosupermultimeganacionales, que acabarán fagocitando hasta las piedras, si no lo están haciendo ya. Eso sí, con la complicidad necesaria de los legisladores de esas maravillosas “democracias” y sus maravillosos e “independientes” poderes judiciales. Y todos ellos, avalados por esos votantes tan cumplidores con su “deber ciudadano”.
Hace ya veinte años que dije que llegaría el momento en el que al ir a pagar la cesta de la compra tendríamos que “negociar” con la cajera el precio de los productos. Algunos envases estarán casi llenos, y otros medio vacíos, con lo que habrá que tener un tira y afloja con cada uno. Y no tardará en llegar. Se ha perdido la noción del valor de las cosas, y de la repercusión lógica y razonable de los componentes en el precio final. Esto es un cachondeo, y en este sistema sólo ganan esos cuantos que dije antes. Es imprescindible y urgente otro sistema.
Es que de 2002 a 2007 se creó una economía artificial en base al endeudamiento de empresas y ciudadanos y a base de inmigración descontrolada. Eso produjo mucha grasa en el sistema. Los ajustes han de expulsar la grasa y dejar el magro, si se hacen bien. Y las dietas de adelgazamiento suelen ser penosas.
ResponderEliminarAhora bien, si no se abordan reformas en las Administraciones para empezar a adelgazarlas, mala cosa.
Pero es evidente que el adelgazamiento ha de producir paro de empleo improductivo, que sólo se sostenía en base al endeudamiento.
Nunca se debió permitir llegar a éste grado de ruina, esa es la cuestión. Ahora no hay solución indolora.
Lo más triste de estos ajustes es que no serviran de nada.. si les dicen que tienen que ser del 5.8% se empezara a recortar por lo más facil hasta esa cifra.. da igual los ajustes bestiales.. en dos meses se llega y sino se maquilla, los efectos para la gente darán lo mismo y somos tan tontos que no salimos a la calle a gritar que en un sistema de gestión si no hay nada que gestionar lo primero que sobra es el gestos, felicidades por el blog
ResponderEliminarYo en todas las líneas lo que leo detrás es lo mismo. Que voy a pagar yo. O via impuestos, o via reducción de sueldo o via perdida de calidad de vida o vía precariedad. Para allá vamos, de culo y sin frenos.
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